Durante los aproximadamente 60 minutos que duró la visita al Museo de Zamora no dejaron de estar atentos a las explicaciones que les ofrecía su guía. Y es que ayer 22 alumnos de 5º y 6º de Primaria del colegio «La Hispanidad» participaron en «Pretérito imperfecto», una de las actividad organizas desde el centro museístico para dar a conocer los aspectos más relevantes de los pueblos que vivieron en Zamora desde los siglos IV a.C. hasta la época romana. «Hacemos una visita dialogada en la que intentamos que participen de manera muy activa», indican fuentes del Museo.

La manera de aproximarles a este período de la Historia la alaba la profesora de Lengua y Educación Física Miryan Arístegui: «Me parece muy pedagógico el método seguido». «El guía les está preguntado constantemente», «ha logrado que se impliquen y que estén muy atentos». «Si alguno se separa del grupo es porque no puede ver el objeto que les está explicando», agrega la maestra. La joven señala que muchos de los escolares la única noción que tienen de la época guarda relación con «los prefijos y sufijos que han empezado a estudiar y reconoce que «muy pocos habían acudido con anterioridad al Museo».

Los hallazgos relacionados con la vida cotidiana han llamado la atención de los menores. Es el caso de Nazaret Hortelano, de 10 años, que nombra las pinzas de depilar, «son iguales», y añade: «Los collares y colgantes son muy bonitos para los pocos medios que tenían» y «se parecen un poco a los que tenemos ahora». Cristian Charro, de 5º de Primaria, no se esperaba que en un Museo hubiera «desde piezas de oro hasta un gran mosaico de una villa romana, señales de tráfico, flechas e incluso un esqueleto». Su paso por el centro cultural le hace afirmar: «El museo es divertido».

Los escolares también se familiarizaron con los cuadros y esculturas que alberga el Museo en varias salas y conocieron la dependencia dedicada a la Ciudad, donde se encuentra la fotografía «Escena familiar», de Filuco, o el Peromato, pieza que suscitó muchos comentarios entre los niños. «Hay uno en el puente de la Autovía que da la bienvenida a Zamora», apunta uno de los menores, mientras que otro de ellos, Sergio Zazo, de 11 años, remarcaba: «Sabía que el que hay en el Puente es una falsificación y siempre había querido ver el auténtico». «Ha sido una visita divertida y he conocido muchas cosas». «Le diré a mis padres que vengamos para poderles explicar yo lo que he aprendido», concluye.

Finalizado el recorrido, los infantes realizaron una serie de actividades. Tenían que relacionar objetos de la colección con elementos de la vida cotidiana, como una maquinilla de afeitar que guarda relación con un elemento denominado estrigile, una especie de cuchilla que empleaban los deportistas y guerreros romanos para quitarse el sudor.

Desde hace tres años el Museo de Zamora realiza propuestas educativas enfocadas a cada nivel formativo. Para los más pequeños presenta «Al Museo con los cinco sentidos», «El suelo que pisas», para los niños del primer ciclo de Primaria donde identificarán de elementos representativos de nuestro patrimonio cultural y natural y los ubicarán en un plano; «Aprendiz sin oficio», donde los niños del segundo ciclo de Primaria descubren los problemas que enfrentaron nuestros antepasados.

El Camino de Santiago protagoniza «Intrépidos peregrinos», para niños de Primaria, mientras que para la ESO proponen «¡... que vienen los romanos!» que aborda los procesos de evolución y cambio, o «Arte que desaparece» que pretende concienciar de la importancia que tiene la defensa del patrimonio, tanto artístico como natural.

Con motivo de la exposición temporal «Investigaciones arqueológicas en la provincia de Zamora» han preparado iniciativas para los niños de cinco años «Pequeños arqueólogos», «Descubriendo tesoros», para escolares de seis a once años, así como «Desenterrando historias», actividad dirigida a alumnos de Secundaria y Bachillerato.