El Zamora CF recortó ayer distancias con su objetivo, la cuarta plaza de la clasificación, que ahora mismo tiene a siete puntos gracias a una nueva victoria (2-1 ante el Burgos Promesas) y al empate de Unionistas ante la Cebrereña (2-2). Respecto al triunfo propio no resultó ni de lejos sencillo y hubo que esperar hasta el minuto 89 para culminar la remontada ante un rival que empleó todas sus fuerzas en defensa pero que se adelantaba en el primer acto en una jugada aislada que surgió entre las embestidas zamoranas. Así, hubo recompensa final en un encuentro en el que los de la capital del Duero fueron superiores en todas las facetas pero sí mostraron dificultades a la hora de ver portería. Las ocasiones de gol se multiplicaban con el paso de los minutos y, afortunadamente, primero Juanan y después Caramelo tuvieron la efectividad de su lado.

Desde que el balón echó a rodar el Zamora CF cogió la batuta. Los rojiblancos dominaban territorialmente y sumaban metros ante el Burgos Promesas, para empezar a rondar la portería rival aunque de forma infructuosa. Diego Ortiz y Caramelo protagonizaron los primeros disparos, ambos desviados, mientras que Raly y Sopale trataban de descomponer la telaraña defensiva de los de Pedro Pascual, actual entrenador del Promesas. Así pasaban los minutos, con un plantel local superior pero que no era capaz de plasmarlo en el marcador ante un rival que tuvo un par de acercamientos, sin ningún peligro para Miguel.

El choque se había convertido en un monólogo local con el avance del reloj, pero seguían fallando en el último pase y es que los mejores centros, obra de Raly, no encontraron rematador frente al meta visitante. El asedio zamorano era cada vez mayor. Sopale estuvo de cerca de romper el muro erigido por los visitantes e instantes después la oportunidad fue de Iñaki, pero con la media hora cumplida, el marcador seguía sin moverse, y eso iba a acabar pasando factura. Buenos pases, arrancadas prometedoras y absoluto dominio, pero el gol se resistía y volvía a convertirse en la asignatura pendiente de los de Losada. Se iba llegando a la recta final de este primer acto y tanto se perdonó que se acabó pagando. Era el minuto 41 y el Burgos Promesas tiró de efectividad en un saque de esquina que llegó a los pies de Saúl que tan solo tuvo que empujarla para poner a los suyos por delante. Este gol fue un jarro de agua fría que se unió a la otra mala noticia que se había vivido minutos antes cuando Raly, uno de los más destacados y activos se vio obligado a pedir el cambio por molestias físicas, lo que llevó a una recomposición del equipo con la entrada de Fradejas. Con el 0-1, se llegaba a un necesario descanso para sumar una marcha más porque lo hecho hasta ahora, a pesar de la superioridad local, había sido totalmente insuficiente.

Dicho y solo. Solo pasaron dos minutos del segundo acto cuando el equilibrio regresó al marcador gracias a un gran tanto de Juanan que enganchó el esférico y, desde lejos, lo coló por toda la escuadra con un brillante disparo. Las fuerzas parecían más igualadas sobre el césped aunque la superioridad local quería aparecer, pero las ideas no estaban tras frescas. Viéndolo, Losada empezó a mover el banquillo y dio entrada a Revi, que estuvo cerca de completar la remontada en la primera jugada en la que tocó balón. Esa acción pareció ser el punto de inflexión para que los locales recuperaran la garra y volvieran a la carga en busca de una victoria que se estaba resistiendo, y es que con muy poco los de Pedro Pascual estaban sumando un punto muy positivo para ellos y que al Zamora CF se le antojaba pobre. Las urgencias empezaban a llegar ya en la recta final, y los locales lo intentaban con más corazón que cabeza ante un rival que se defendía con todo, y que tampoco renunciaba al segundo, aunque llegaba al área local con mucha dificultad. Eran los minutos más intensos y los nervios crecían. Caramelo tuvo una oportunidad de oro de rematar el choque con un balón que se estrelló en la cruceta, pero a la segunda, cuando el tiempo reglamentario llegaba a su fin, no la desperdició tras una buena falta, que botó Diego Ortiz, y que terminó con el sufrido y definitivo 2-1. Con este triunfo el Zamora da un paso más hacia su reto de colarse entre los cuatro primeros, y ya sin tiempo de descanso prepara su encuentro de mañana en casa del Numancia B.