La historia medieval de Toro volvió a ser recordada durante este pasado fin de semana en el Monasterio del Sancti Spíritus a través del programa de conferencias sobre la historia de la ciudad organizado por el convento para conmemorar el VII centenario de su fundación. Un ciclo que contó con la presencia de los historiadores Germán Gamero, Juan Antonio Prieto y Diana Lucía Gómez-Chacón así como del arquitecto local Claudio Pedrero.

El historiador vallisoletano Germán Gamero abrió el programa con la conferencia "La ciudad de Toro en la Edad Media", donde se centró en explicar la evolución de la localidad desde la repoblación realizada en tiempos de Alfonso III hasta la segunda regencia de Fernando el Católico. Una ciudad que como explica Gamero "por su posición geoestratégica, por el dominio tan importante concedido por los reyes así como por otros factores consiguió no sólo ser una villa sino también, durante la Edad Media, perdurar como un lugar fundamental en la política del Reino de León primero y de la Corona de Castilla después.".

Esta relevancia política se refleja, como incide este historiador, en "la presencia de Toro desde la fundación de las Cortes en este parlamento del reino", estatus adquirido, como explica Gamero, "por la fuerte vinculación de la ciudad con la realeza como es el caso, por ejemplo, de la reina María de Molina. Un vínculo que le va a permitir tener mayores recursos económicos y de población que ayudan a que la ciudad no sólo prospere, sino que se mantenga su relevancia a lo largo de los siglos".

Dicha relevancia de Toro la convirtió en una plaza importante desde el punto de vista fronterizo, primero dentro del Reino de León y posteriormente frente a Portugal, teniendo una mayor actividad económica y consolidándose la burguesía a raíz de la presencia de las personas más relevantes de la sociedad junto con la monarquía. Esta relación con el poder se transmite en el apoyo de la ciudad a los monarcas como es el caso, por ejemplo, de Enrique IV o posteriormente a los Reyes Católicos durante la batalla de Toro, una situación de peso en el territorio de la corona que posee la ciudad que se transmite en mayor disposición de dinero percibiéndose en el patrimonio sobre todo en el ámbito religioso y funerario.

Tras la intervención de Germán Gamero fue el turno del arquitecto local Claudio Pedrero quien impartió la ponencia "Aspectos del clero secular en relación con el urbanismo y arquitectura de la ciudad de Toro en los siglos XII y XIII". En la misma, Pedrero realizó un recorrido por la historia y la organización eclesial en Toro y su entorno durante esos años así como una lectura paralela a través de la arquitectura y el urbanismo que se desarrolla en esos momentos.

La relación entre iglesia y arquitectura se pone de manifiesto debido a que, como explica Claudio Pedrero, "durante esos años el estamento eclesial tiene mucho peso en la sociedad y un papel fundamental en la articulación y ocupación del espacio, la repoblación de las ciudades o la generación del tejido urbano. Es un agente fundamental a la misma altura de magnates o monarcas dado que,por ejemplo, los pobladores se instalan en las ciudadesen función de su origen, en torno a su iglesia parroquial".

Pedrero afirma que para Toro esos años "son muy importantes para la configuración de la estructura urbana de la ciudad. En ese periodo se desarrollan obras de mucho calado como son los recintos amurallados que van creciendo al ritmo de la ciudad, la Colegiata o la configuración del Alcázar. Edificios que generan relaciones con el tejido urbanístico muy importantes, además de obras de carácter territorial, como la intervención a finales del XII en el puente medieval. Son actuaciones definitivas que extienden su influencia incluso hasta nuestros días".

El ciclo de ponencias organizadas por el monasterio continuó durante la tarde de ayer domingo a través de las exposiciones realizadas por el historiador medievalistaJuan Antonio Prieto Sayagués y la historiadora del Arte, Diana Lucia Gómez Chacón.

Esta segunda jornada la arrancó Prieto Sayagués con la conferencia "Los conventos toresanos y su relación con la monarquía castellana, la nobleza y las oligarquías de la ciudad en la Baja Edad Media". Este historiador vallisoletano profundizó en los vínculos existentes entre estos tres poderes con las congregaciones religiosas de la ciudad. En su ponencia, dicho conferenciante abordó también la fundación de las dos órdenes medicamentes en su rama masculina, franciscanos y dominicos, y femenina, las clarisas y del Monasterio del Sancti Spiritus formada por hermanas de la orden la dominicos.

Unas órdenes que, como afirma Juan Antonio Prieto Sayagués, "están sustentadas principalmente por miembros de la realeza y la nobleza, de corte y de señoríos,y tienen un importante papel social y político en el seno de la ciudad de Toro durante la Edad Media".

La relación con el poder se pone de manifiesto en "la elección por parte de la monarquía y la nobleza como lugar de sepultura y el recuerdo perpetuo" con actos religiosos funestos. Esta situación permitía a los conventos mantenerse económicamente a través de tributos de las clases elevadas o del patronato por parte de las familias nobiliarias de diversas capillas de los conventos.Una de las cláusulas de los acuerdos sobre las capillas impedía a las monjas sepultar a miembros no pertenecientes a la dinastía que pagaban por ellas. Esta situación de privilegio convirtió a los conventos en uno de los elementos capitales de la sociedad de la época, recintos religiosos que permitían además, como afirma este historiador vallisoletano, "dar salida a miembros secundarios de la nobleza, principalmente mujeres, siendo estos además lugares en donde residieron integrantes de la monarquía o se tomaron en decisiones políticas".

Una importancia que en el caso del Sancti Spiritus, este monasterio surge, como afirma Martín Sayagués, "a raíz de una noble portuguesa, Teresa Gil, que en su testamento dejó gran parte de sus bienes lo dejo para fundar el convento". Presencia de la realeza y la nobleza en este monasterio toresano que abordó Diana Lucia Gómez-Chacón en su ponencia "El recuerdo en piedra de una reina olvidada: el sepulcro de Beatriz de Portugal en el Sancti Spíritus". Una charla donde esta historiadora del arte destacó las singularidades de diversas partes del sepulcro de la reina como la imagen de este vestida con el hábito de la orden de predicadores, la presencia únicamente de escudos portugueses o la figura de Santa Catalina de Siena en este sepulcro fechada en torno al 1420 y que es un momento temprano para que esta aparezca".

En dicha charla, Gómez-Chacón profundizó en el papel de la reina Beatriz de Portugal en el monasterio que se releja en "la promoción artística, su retiro a este lugar al final de su viday su posterior sepultura en este convento. Una labor en la que también pudo ser, aunque no hay documentos que lo reflejan, una de las impulsoras de la reforma de la orden en su vertiente femenina".

Además, la ponente se centrótambién en el papel de la priora Leonor de Castilla, hija bastarda del infante don Sancho, "que está directamente relacionada con la corona y que fue trasladada a este convento. Un momento el de su llegada en el que se percibe un aumento de las donaciones y rentas cedidas por la corona. Por otra parte, considero que además ella tuvo un papel importante en la reforma de la orden junto a la reina".

En definitiva, un ciclo de ponencias para rememorar los tiempos de la Edad Media en la ciudad, un periodo de esplendor tanto desde el punto de vista social como urbanístico. Un momento de la historia en el que las órdenes religiosas florecieron bajo el amparo de las clases poderosas y de la monarquía.