Patricia Gutiérrez ha ofrecido recientemente en la Casa de Cultura de la ciudad una charla informativa sobre la diabetes, siempre en relación con la alimentación adecuada que todos aquellos que la padecen deben llevar. Esta charla fue uno de los actos programados por la asociación de diabéticos «Ciudad de Toro» con motivo del Día Mundial de la Diabetes.

-¿Cuáles son los cuidados principales que debe observar un diabético?

-El más importante es un aporte energético adecuado a sus circunstancias; si es un paciente obeso tendrá que ser reducido para que pierda peso, con una dieta pobre en grasas y en azúcares o elementos industriales, rica en hidratos de carbono, y con proteínas, es decir, carnes magras y pescados de calidad.

-¿Qué consejo es el que ofrece a los diabéticos?

-Que se interesen por su alimentación. Siempre comento que no solamente importa la calidad, sino también la cantidad, y el ejemplo más típico es el aceite de oliva, tan saludable, y que, sin embargo, lo debemos consumir con moderación porque tiene muchas calorías, y una persona obesa tiene muchas posibilidades de convertirse en diabética en cuanto tenga una mínima predisposición familiar.

-¿Cuáles son los alimentos más apropiados para estos enfermos?

-Alimentación equilibrada, igual que para el resto de la población, abundantes frutas y verduras, consumir legumbres dos o tres veces a la semana, el resto de los hidratos de carbono con moderación, y las proteínas, es decir, la carne, huevos, pescado, que no sobrepasen el 15 o 20% del total de calorías que consumimos al día; la grasa y los alimentos azucarados es lo que menos debemos consumir.

-¿Qué recomendación hace respecto a los productos especiales para diabéticos?

-En líneas generales no los recomendamos porque habría que leerse todas las etiquetas. Un ejemplo son las galletas sin azúcar, parece que se podría comer una cantidad importante sin preocuparse, y no es verdad, porque han sustituido la sacarosa por fructosa, de modo que las calorías son las mismas. Sin embargo, hay productos, como helados, fabricados con edulcorantes artificiales y con leches desnatadas, que podrían ser aptos para diabéticos.

-Dentro de los riesgos, ¿los que deben preocupar más?

-La causa más frecuente de muerte en las personas con diabetes es la de origen cardiovascular. Los diabéticos con mucha frecuencia tienen hipertensión, colesterol, ácido úrico... y la alimentación va encaminada, no solamente a controlar el azúcar, sino todos los factores de riesgo cardiovascular.

-¿Qué incidencia real tiene la diabetes?

-No sé las estadísticas de Toro en concreto, pero en España, de forma global, la diabetes tipo II puede ser aproximadamente el 12 o el 13% de la población. En la provincia de Zamora, que tiene una media de edad elevada, se calcula que la incidencia puede llegar hasta el 16%, o sea, una prevalencia importante.

-¿Consiguen algo con las charlas?

-Son charlas para hablar del tratamiento nutricional en la diabetes, que es una enfermedad muy prevalente y muy frecuente, y sobre todo lo más frecuente es la diabetes tipo II asociada a obesidad, y en ese sentido, lo más importante para el diabético obeso es llevar una dieta equilibrada, adecuada en calorías, para conseguir perder peso, puesto que perdiendo peso mejora el control de su diabetes.

-¿Tienen algún tipo de problema a la hora de ir a comer a un restaurante o en una celebración?

-No. Precisamente, si una persona con diabetes tiene claros los conceptos de cuál es su alimentación, no solamente puede, sino que debe, hacer una vida normal, por lo que puede perfectamente ir a un restaurante, o a un buffet, y saber qué debe elegir y en qué cantidad, y así puede hacer una vida rigurosamente normal; de hecho, no debería de tener limitaciones.

Patricia Gutiérrez Cobos.

México, 1959.

Estudió en México hasta terminar COU y después estuvo un año en Canadá. Finalmente vino a España, donde estudió la carrera de Biológicas y estuvo un tiempo trabajando en investigación. Después encontró su verdadera vocación y así estudió Medicina, de la que eligió la especialidad de Endocrinología, que «me entusiasma». Ahora trabaja en el hospital Virgen de la Concha de Zamora, donde lleva dos años «por cuestiones de destino», ya que está casada con un médico zamorano.