Calor, mucho calor, pero también muchas risas y juegos es lo que se vivía ayer tarde en la plaza de la Trinidad. Castillos hinchables para los más pequeños y juegos populares mantuvieron entretenidos durante un buen rato a los niños de este barrio toresano, que hasta el momento nunca había acogido una fiesta de estas características.

La fiesta infantil, que está enmarcada dentro del verano cultural, se encontró sin embargo con un problema que no se había previsto, el calor asfixiante que a la hora prevista de comienzo, las 18.00 horas, hacía en la ciudad. Las altas temperaturas hicieron que muchos de los niños de este barrio optaran por el refresco de las aguas de la piscina municipal, lo que hizo que la participación en los juegos fuera menor a la esperada.

Pese a todo, y cuando el sol dejó de "pegar fuerte", las carreras de relevo y las carreras de saco aterrizaron en la Plaza de la Trinidad y , con juegos de equilibrio, pusieron ritmo a la jornada en la que no faltaron «juegos para estar sentados, como "el director de orquesta" o "hacer un Safari"», como explicó la edil de Cultura, Mª Canto Marcos.

Desde poco después de las seis de la tarde, ya había niños saltando sin parar y disfrutando de los hinchables instalados, eso sí, en la escasa zona de sombra con que contaba la plaza a esas horas. Los niños que ignoraron el calor y se animaron a participar en este evento se mostraban en todo momento «muy contentos», según algunas de sus madres, que soportaron en una terraza cercana un sol de justicia.

«Como no sabíamos cómo iba a funcionar esto no habíamos contratado la espuma», justificó Mª Canto Marcos, al tiempo que anunciaba que «para el día 16 contrataremos la espuma también, además de los hinchables y la verbena, porque nos han estado pidiendo».

En este caso, y a falta de la tan deseada fiesta de la espuma, los niños optaron por tomarse un refresco o un buen helado para refrescarse mientras descansaban del juego agotador.

La idea de este tipo de fiestas es «que en los barrios también haya fiesta». En opinión de la concejala de Cultura, la esta idea «ha gustado», a juzgar por el éxito de la sesión de cine ofrecida hace unos días en la Plaza del Templo. «Pienso que la Plaza Mayor es la Plaza Mayor y tiene que haber cosas allí», pero «también a los barrios hay que darles un poco de alegría y de vida y este puede ser el momento de hacerlo».

En este sentido, recordó que, aunque este año se haya optado por trasladar la fiesta a otros barrios y alejarla de La Plaza Mayor, el próximo día 25 habrá un Festival de Títeres y Marionetas en la Plaza Mayor, un espectáculo que, como ya explicase, «va a durar dos horas» y en el que además habrá bufones, pasacalles y fuegos artificiales.

En este mismo lugar también se celebrará la fiesta de San Lorenzo, con la tradicional fiesta de la espuma y una verbena nocturna, que este año se traslada a la Plaza Mayor debido a la reciente apertura de un establecimiento hostelero en la Plaza Bollos de Hito, que tradicionalmente había acogido la festividad del patrón de los Bomberos.

En cuanto a las fiestas distribuidas por los barrios, además de la fiesta infantil prevista para el día 16 en Santa Catalina, también habrá una nueva sesión de cine al aire libre, esta vez en el mirador de la Magdalena, el próximo día 21.

Mientras, ayer la jornada festiva veraniega finalizaba con una verbena, que estaba previsto que comenzara a las 22.30 horas, pero que finalmente se retrasó a petición de la gente del barrio, explicó la edil de Cultura.