Si en verdad queremos una mente sana en un cuerpo sano es preciso moverse, hacer ejercicio, caminar, ir al gimnasio. Lo recomiendo. Servidora predica con el ejemplo, me doy unas palizas la mar de gratificantes en el gimnasio bajo la atenta mirada de mis monitores. No puedo consentir que según pasa el tiempo, en lugar de a lo alto empiece a crecer a lo ancho. Y se crece, ¡vaya que se crece de esa forma!

Digo lo que digo con el ánimo de que todos los que me hacen el honor de "zamorear" conmigo se sumen al equipo de los que hacemos ejercicio, mínimo dos veces por semana, para que todo funcione en el cuerpo como corresponde.

Prefiero ejercitar el músculo antes que pertenecer a esa lista formada por el 40% de españoles que no hacen ejercicio. El cuarenta por ciento de españoles son sedentarios y eso es malo, muy malo para la salud y en especial para el corazón que necesita un poco de ajetreo, sin pasarse. Una reciente investigación publicada por la Fundación Española del Corazón, alerta de que el 42% de los mayores de 18 años declara no realizar ningún tipo de actividad física durante la semana, frente al 6% de Suecia o al 7% de Finlandia.

Me da grima saber que España se sitúa en el "top ten" de los países europeos con más sedentarismo entre los adultos, aunque por debajo de Grecia que tiene un 67% de sedentarios, Bulgaria con un 58% y Portugal con un 55%. No es para que nos consolemos si no todo lo contrario. Las tasas de sedentarismo en lo que a España se refiere deben bajar hasta situarnos a niveles de los países escandinavos. Menos "sillón ball" y más caminar, más correr, más coger la bici y hacer caso a Fernando Mesonero. Para que el colesterol no se dispare, bastaría con caminar a buen paso un kilómetro todos los días, me lo dijo la doctora Maite Bordel, una mujer encantadora y una médico de primera. Aunque lo suyo sea la dermatología, sus consejos nunca vienen mal en todos los ámbitos. La doctora Bordel es de las que se emplea a fondo con sus pacientes y ante las analíticas es inflexible.

Con tanto copago, tanto cambio en la sanidad española que era de lo poco bueno que teníamos, tanta externalización y tanta gaita, la autoridad competente está olvidando adoptar las mejores políticas de prevención cardiovascular que evitarían tantas muertes y tanto gasto farmacéutico por esa causa. Prefiero caminar un kilómetro diario antes que atiborrarme a pastillas para mantener el colesterol a raya. Claro que no todo el mundo piensa igual. Pues, lo digo bien claro, si a la práctica del ejercicio físico se añade la pertinente dieta mediterránea, además de estar más sanos estaríamos más guapos, más en forma, en definitiva, mucho mejor. Si se hiciera lo propio con los niños se acabaría de cuajo con la obesidad infantil. Y no que somos un país de gordos de todas las edades.