Ya saben ustedes lo de la Cuesta del Bolón con menores acarreando alcohol que pasan también por el Centro de Salud Parada del Molino , y al bosque de Valorio a preparar su botellón.

Ahora es que viene la Navidad, después Semana Santa y San Pedro, las fiestas de la ciudad... ¡A disfrutar en fraterna humildad!

Por las calles de Zamora, que no se ganó en una hora, hay botellón colectivo. ¡Sí señor, sí, y muy activo!

Y detrás del propio Ayuntamiento de la capital cualquiera puede darse cuenta del olor a orín muy intenso. Toda una falta de urbanidad. Señor concejal Antidio Fagúndez, si quiere evitar el alcoholismo y embriaguez, servicios portátiles por las calles de Zamora, ponga en marcha vehículos de control de alcoholismo para evitar ver a niños menores en coma etílico. Y multas a los mayores que lo consientan.

¿Qué pueden hacer padres y maestros en la escuela? No les enseñan urbanidad hasta los 15 años, cuando algunos ya pueden ser enfermos alcohólicos. ¡Qué barbaridad!