La España del bipartidismo vigente en la política nacional en los últimos 30 años, dominada por el Partido Socialista Obrero Español y el Partido Popular, es historia. El tránsito hacia el multipartidismo con opción de poder es una realidad que quedó bien clara en las elecciones del pasado diciembre. De las crisis de todo tipo que afectan a España han surgido organizaciones políticas como Ciudadanos y Podemos que han demostrado tener la necesaria capacidad electoral y organizativa para romper el bipartidismo ibérico. Uno y otro se han situado incluso muy por encima de movimientos políticos tradicionales como Izquierda Unida, al que Podemos pretende fagocitar, y todos los partidos nacionalistas con representación parlamentaria.

Los electores quisieron sacar de la escena política a UPyD y en verdad que fue una pérdida al parecer no irreparable, por el juego que Unión, Progreso y Democracia puede dar al conjunto del mapa partidista. Si vamos a nuevas elecciones, quién sabe si a lo mejor el electorado vuelve a tenerlo en cuenta. Porque lejos de dejarse llevar por la inercia que arrastra a los perdedores, UPyD vuelve con renovados ánimos, con ganas de presentar batalla y con intención de seguir mucho tiempo en la primera línea del escenario político nacional, como ha reconocido su nuevo portavoz, Gorka Maneiro.

Tan es así que Maneiro, miembro del nuevo Consejo de Dirección de UPyD que se ha reunido en Madrid, hay presentado las principales líneas del regreso de su partido a la política nacional. El hombre está que no para. Ha iniciado contactos con las formaciones constitucionalistas. Su presencia en el actual mapa político es más necesaria que nunca, dada la deriva de los partidos a los que les importa un bledo romper la unidad de España y convertirla en lo que no es, en lo que tampoco sería la solución. Tuve oportunidad, gracias al Club de La Opinión-EL CORREO, de presentar y conocer a distinguidos miembros de esta formación política y debo decir que se trataba de gente preparada, con un importante sentido de Estado, para los que España era lo primero.

Con culos mal asiento como Toni Canto, siempre al lado del sol que más calienta, y el lastre que al cabo del tiempo llego a suponer la propia Rosa Díez, alma de la formación, UPyD se fue hundiendo lentamente. Pero nunca llegó a tocar fondo. Superados contratiempos e inconvenientes, estimo que pueden llegar a ilusionar de nuevo a sus votantes, cuántos de ellos dispersos por otros partidos, pero con una base fiel, leal, que no arroja la toalla por fuertes que sean los vientos. Esa es la gente que cuenta y esa es la actitud que, en Zamora, también debieran adoptar las gentes de Adeiza, concretamente aquellos que se niegan a matar su partido.

Si en clave externa, Maneiro ha iniciado contactos con los partidos constitucionalistas para tratar de impulsar nuevas sinergias. En clave interna ha anunciado la inminente renovación de aquellos órganos nacionales y territoriales que aún están en manos de gestoras o quedan por cubrir. Lo que pone de manifiesto que la formación creada por Rosa Díez no está muerta y que vuelve con ganas de hacer política de la buena. Bienvenidos al trabajo y a la lucha por la unidad de España.