Àngels Folch, de la Asamblea Nacional Catalana, ha convocado para el mediodía de hoy un ayuno como apoyo a un acuerdo político del que saldría Mas investido presidente de Cataluña. La acompañan en la iniciativa un montón de gente de la citada asamblea o vaya usted a saber. El ayuno se realizará -y para tal están invitados todos los catalanes de buena voluntad- en la Escola Pía de Nostra Senyora, situada en la calle Diputación de Barcelona. Mantendrán esa templada paciencia hasta el mediodía de mañana en que la CUP se decidirá de una vez así que a ellos están dirigidos los ruegos virtuales, porque del no comer tampoco se pueden inferir muchas cosas.

Una prueba más, y van un millón, de la raíz católica luego española del separatismo catalán. El primer partido que fundó Pujol, no se olvide, se denominaba Cristo y Cataluña. Quizá las influencias alemanas, también de juventud, lo inclinaron a una versión que, en fin, prefiero no calificar porque está en la mente de todos. Pero los cimientos son inequívocos.

Quiero decir que los separatistas están contra España, porque consideran que España está contra Dios. El Estado moderno, absoluto, es creación hispana. De los Reyes Católicos ¿se acuerdan? Del ovetense Alonso Quintanilla por más señas. Una blasfemia desde el punto de vista de los fundamentalistas. Y al Estado liberal, hasta en el nombre tan español, no lo tragan por las mismas y por la Desamortización.

Lo apuntado. Los separatistas de tan españoles creen que España es una ofensa a Dios: vuelven los tiempos del medievo.