Lo nuestro es el paisanaje y el paisaje. La gastronomía. Los parajes con encanto. Los productos de la tierra. Las costumbres y tradiciones. Las fiestas de carácter popular. Los bailes y la música que suena a la Zamora urbana y sobre todo a la Zamora rural. Lo nuestro son tantas cosas y tantas personas entrañables, queridas, admiradas, envidiadas, que la lista se haría interminable. Los nuestros ya no se limitan a mantener lo nuestro guardado en el arca. Los nuestros proyectan lo nuestro hacia el exterior, que es donde está el mercado, atrayendo o tratando de atraer a un público selecto y con poder adquisitivo que ayude en ese deseo de todos de reflotar Zamora aunque sea por la vía del turismo, de despertarla de su letargo, de levantarla, de devolverle la vida que parece se le escapa por las lindes de la provincia hacia otras más afortunadas.

En eso, el empresario zamorano Simón García Taboada es un lince. Sabe que el buen paño no se vende en el arca y lo saca a orear siempre que puede conjuntando lo mejor de lo nuestro con fiestas como la vendimia, el magosto, la matanza. Acaba de celebrar la IV Edición de la Fiesta de la Vendimia en Valbusenda, con un éxito notable de público. Una fiesta que con los años ha ido a más. Una fiesta en la que se honra al vino. Un día sin vino es un día sin sol y bajo un sol abrasador se vivió la fiesta de la vendimia a la antigua usanza, como corresponde, como debe ser. Una fiesta en la que todos caben, padres e hijos, parejas, abuelos, solos, acompañados, serios, divertidos, propios y extraños. Los de fuera lo viven con el interés propio de quien no conoce la costumbre, de quien vive alejado de la tierra que produce el fruto que permite elaborar los mejores vinos.

La simpatía y la generosidad de Simón y de su hijo Mateo García, hacen el resto. Y todo al ritmo de la flauta, del tamboril y de todos los instrumentos capaces de convertir el pentagrama en música y ponerle a la música el nombre del "Tío Babú", del "Bolero de Algodre" y de tantas y tantas piezas musicales de nuestro folclore, algunas de lo más picantonas, que hacen las delicias de todos. La Fiesta de la Vendimia de Valbusenda ya se ha consolidado. Hay que pensar en nuevas ofertas que contribuyan a atraer un turismo que Zamora necesita para su supervivencia, para ser y estar, para permanecer, para no quedarse atrás. Sobre todo ahora que los esfuerzos se van a centrar en Las Edades del Hombre.

Los Viernes Solidarios, y las Fiestas del Magosto y de la Matanza, son las tres nuevas ideas que Simón y Mateo van a poner en marcha, el domingo anterior o posterior a la festividad de San Martín. Lo importante es no permanecer con los brazos cruzados y que ahí nos las den todas. Lo importante es hacer cosas y mirar hacia adelante con esperanza y hacia atrás sin ira o sin nostalgia. A lo hecho, pecho.