El cambio es una alternativa real, pero para que sea positivo hay que analizar ciertos aspectos fundamentales. Factores como la autonomía y la dignidad pueden oponerse al cambio. La autonomía definida por Kant, es el no dejarse imponer nada con lo cual no se esté moralmente de acuerdo. Aquí intervienen conceptos como la verdad y la confianza. Las nuevas ideas y proyectos deben ser entendidos y aceptados, la desconfianza es la primera respuesta y forma parte de los mecanismos de adaptación y ajuste conductual ante nuevas realidades, así como el temor surgido por las malas noticias: la muerte, la violencia, la injusticia y el sufrimiento. La esperanza surgirá como una luz, como una forma de salir de esa situación de oscuridad. El cambio como alternativa al sufrimiento, ¿motor o ilusión?

La confianza es un afecto y un sentimiento humano que se tiene o no se tiene, es a la vez experiencia e instinto y saber inspirar confianza es básico para todo líder que quiera cambiar su entorno. Se necesitan condiciones personales para cambiar, la desconfianza, el miedo, el odio, los fracasos, paralizan; a nivel social, los resentimientos, los movimientos de indignados que magnifican las diferencias sociales promueven cambios radicales y neuróticos que no son soluciones reales a los conflictos sociales.

La verdad es básica para vencer resistencias y lograr cambios positivos que no afecten la autonomía y la dignidad. La verdad libera de los mitos y falsas realidades donde nos refugiamos, por miedo o por ignorancia, por exceso de fantasías y esperanzas sin fundamentos. La verdad puede transformar la existencia, por ella se renace después de etapas oscuras de la vida, tiene también un carácter terapéutico porque despierta la voluntad y ayuda a regenerar la existencia. La verdad está alineada con la moralidad y es la base de la ética pública. La verdad, la autonomía y la dignidad deben asegurarse para lograr el cambio propuesto.

Otro aspecto para tener en cuenta es la compasión y la empatía. En este caso no hay un convencimiento real, sino un movimiento del afecto hacía el otro, un abajamiento y un sentimiento de solidaridad. Nietzsche lo repudiaba por considerarlo un afecto negativo, un plegamiento a la miseria del otro, en contra de la propia esencia personal. La compasión nos hace cambiar nuestro habitual equilibrio y nos entristecemos con el que sufre y le damos un poco de afecto. La compasión solo produce un cambio transitorio, emocional que no significa un cambio real. Una actitud altruista de ayuda a los demás es menos superficial y emocional, está apoyado en el amor por los demás, sin temores y para alcanzarlo se necesita un serio trabajo de formación personal, como lo hacen ciertas profesiones y opciones de vida. Podemos esperar de esas personas altruistas y de las organizaciones que generan, cambios reales basadas en la compasión, que ayudaran a mejorar la vida de los demás.

Cuando el cambio no es posible, porque estamos hablando de utopías, como las desigualdades sociales, la pobreza, la enfermedad, la soledad, cosas que quisiéramos que no fueran así pero que no es fácil cambiar, hablaremos de sanar nuestro entorno para vivir esas situaciones de la mejor manera posible, aceptar la realidad, entendiendo el lema: "la verdad os hará libres"; perdonar es sanear las relaciones personales; vivir cada día con la sensación de novedad y trabajar en la construcción del mundo que nos rodea desde nuestras capacidades y oportunidades, con alegría y entusiasmo, el trabajo genera un cansancio saludable y el reposo y la paz vendrán como consecuencia para hacer la vida más llevadera y hermosa. En el entramado social, reconocer los líderes portadores de la verdad y una moralidad a toda prueba que genere confianza y proponga cambios reales y positivos. Y sobre todo proponernos el derecho a vivir con dignidad, esto es, no aceptar ningún cambio que no sea concordante con nuestros valores e ideales.

Hoy podríamos afirmar "Lo perverso es prometer cosas que no se pueden cumplir", todas estas promesas falsas con el propósito de engañar muchas frustraciones acarrean.