Adquirieron las entradas para visitar la exposición de arte sacro Aqva sin saber que, poco tiempo después, los cuatro integrantes de una familia se convertirían en el centro de todas las miradas y en el foco de atención de los medios de comunicación. El matrimonio formado por Carlos Caballero y Laura Díaz, naturales de Ciudad Real, pero que reside en Alicante junto a sus hijos, Carlos y Diego, aprovecha las vacaciones de verano, que disfruta en la comarca leonesa de Babia, para recorrer ciudades y municipios de Castilla y León, con el objetivo de descubrir su patrimonio.

En la ruta diseñada para este verano, la familia incluyó en sus planes visitar Toro y Las Edades del Hombre y, ayer, ante su "sorpresa", se convirtió en el visitante 100.000 de la magna exposición. Los cuatro integrantes de la familia se encontraban en el interior de la Colegiata, admirando el Pórtico de la Majestad, cuando un responsable de la Fundación Las Edades del Hombre les comunicó que pasarían a la historia de Aqva, al convertirse en el visitante 100.000. Tras finalizar el recorrido por la Colegiata, una de las sedes de la muestra, autoridades y un nutrido grupo de periodistas esperaban a la familia para conocer qué sentían y sus primeras impresiones sobre Aqva y sobre Toro.

Reconoció Caballero que, como cada verano, su familia reserva varios días de sus vacaciones para recorrer Castilla y León, con el objetivo de conocer su patrimonio. Como expertos en historia y arte el matrimonio, que profesionalmente se dedica a la docencia, decidió incluir Toro en esta ruta, después de visitar Madrigal de las Altas Torres y Tordesillas y pernoctar en Coreses. Sobre la ciudad, Caballero destacó que "me ha sorprendido muchísimo" por el patrimonio monumental que conserva, aunque también ensalzó la exposición Aqva porque "está increíblemente bien montada". También alabó la belleza de la Colegiata de Toro y de las piezas que conforman Aqva, una exposición que, para el matrimonio, deberían visitar más familias para transmitir a los niños "el patrimonio que tenemos". Tras recibir varios obsequios como un catálogo sobre las obras de la exposición o una botella conmemorativa de Aqva, esta familia reconoció que el "mejor regalo es poder ver la exposición y visitar Toro, que ha sido una sorpresa muy grande".

Por su parte, el secretario general de la Fundación Las Edades del Hombre, Gonzalo Jiménez, destacó que, en esta ocasión, "es bonito" que el visitante 100.000 de la exposición sea una familia. Y es que, como remarcó, aunque la muestra está dirigida a todo tipo de públicos, "es bonito ver cómo unos padres introducen a sus hijos en algo tan importante como es el redescubrimiento de nuestras raíces, de nuestra historia y de nuestra fe". De otro lado, Jiménez resaltó que, desde finales de julio y durante el mes de agosto, la media diaria de visitantes a la magna exposición se ha incrementado hasta los 1.500. En este punto, recordó que, desde que Aqva abriera sus puertas al público el pasado 28 de abril, la entidad ha contabilizado una media de entre 900 y 1.000 visitantes diarios, cifra que ha aumentado en las últimas semanas. No obstante reconoció que, en comparación con la edición celebrada en Aranda de Duero, la afluencia de visitantes es algo inferior.

En cuanto al lugar de origen de los visitantes, subrayó que, "proceden de todas las Comunidades de España y también de otros países", aunque de forma especial, Castilla y León, Madrid y el País Vasco, son las regiones que más turistas aportan a Aqva.