De todos es sabido que ayer domingo se celebró un referéndum en Grecia por el cual un 61,3% de los griegos que fueron a votar (un 65% de los que tenían derecho a hacerlo) decidieron que NO aceptaban las propuestas que sus principales acreedores pusieron sobre la mesa de negociación el sábado pasado. Este NO debe tener una serie de consecuencias además de solicitar una nueva propuesta: