El Zamora resumió toda su temporada en los últimos noventa minutos del año, un epílogo perfecto a un año en el que hubo semanas para la ilusión, hubo tiempo en el que los rojiblancos parecían un auténtico matagigantes pero en el que finalmente acabaron cayendo de esos lugares de privilegio que permiten jugar el play-off de ascenso a Segunda División "B" y con los que soñaron los aficionados zamoranos.

Empezó el partido eléctrico, sin que ninguno de los dos conjuntos quisiera pasar demasiado por el centro del campo y buscaran con relativa comodidad el área contraria. Al Ávila no le hizo falta pisarla para ponerse por delante ya que Javi de Mesa, el mejor del partido, se sacaba de la manga un disparo seco desde la frontal y Miguel sólo podía ser espectador de lujo del primero de la tarde. Como el partido estaba loco, tampoco le hizo falta mucho al Zamora para poner las tablas, únicamente un balón largo para que Raly Cabral le ganara la espalda a la defensa, se deshiciera del portero con un toque sutil y marcara a placer con la portería vacía. Seis minutos de fútbol al ataque, con poca táctica y con dos conjuntos con ganas de divertirse en el último partido que jugarían juntos antes de buscar cada uno su camino en el mundo del fútbol.

Los dos goles amansaron ligeramente a los dos conjuntos que después de golpearse en los primeros minutos empezaban a buscar un ritmo algo más tranquilo aunque sin apenas presión sobre el balón. Miguel tuvo que esforzarse al máximo para salvar un uno contra uno y un buen centro lateral en las dos aproximaciones visitantes del primer tiempo y los atacantes zamoranos ganaron protagonismo con el paso de los minutos.

Fue a balón parado donde más peligro creó el cuadro de Miguel Losada, especialmente cuando el balón llegaba a la cabeza de Iñaki Eguileor que, en una falta lateral botada con precisión por Caramelo, atacaba el primer palo adelantándose a su par y marcaba a placer el gol de la victoria momentánea de los rojiblancos. Pudo sentenciar el propio Iñaki en otra falta que le llegó a Caramelo, ganó línea de fondo y le dejó un balón franco al nueve zamorano que vio como esta vez su disparo se escapaba por encima del larguero.

El segundo tiempo siguió por los mismos derroteros que el primero y ambos conjuntos buscaban con ansiedad la portería visitante. Los dos técnicos dieron entrada a hombres de refresco para mantener el ritmo del partido y para darle la oportunidad de tener minutos a jugadores menos habituales. Fue el caso de Ioritz, que gozó de casi media hora en el campo, y que fue uno de los tres revulsivos de Losada junto con Esteban Griñón y Revidiego.

Precisamente fue Revidiego el que tuvo la ocasión más clara de los zamoranos en el segundo tiempo a los pocos minutos de que el Real Ávila hubiera puesto las tablas con otra sensacional jugada de Javi de Mesa que dejó a Edu totalmente sólo. Se pudieron poner por delante los de Losada si Revi hubiera llegado a un balón que estaba en boca de gol y al que rozó cuando el Ruta de la Plata ya cantaba el tercero.

Iñaki tuvo algún cabezazo con peligro, Adrián lanzó con mucha intención cerca de la escuadra e incluso Esteban Griñón pudo marcar en un disparo que se envenenó cuando tocó en un defens pero finalmente quien se llevó el gato al agua fue el cuadro visitante que, ya con el tiempo cumplido, se lanzó en una contra con numerosos efectivos y ante el escaso repliegue zamorano acabó dejando sólo a Iván Vila para que le diera el triunfo a los suyos.

El Zamora lo intentó sin tiempo y acabó cayendo y siendo despedido con aplausos por un Ruta de la Plata que valoró el esfuerzo de un equipo que ilusionó a la parroquia durante algunos meses pero acabó lejos del "play off".