El austríaco Lukas Pöstlberger (Bora-Hansgrohe) se impuso ayer en la primera etapa del Giro de Italia, disputada entre Alghero y Olbia sobre 206 kilómetros, al sorprender a los sprinters y casi a sí mismo cuando tirando en cabeza del grupo abrió hueco hasta lograr finalmente la etapa y ser el primer "maglia rosa" del Giro del centenario.

Pöstlberger, primer corredor de Austria en ganar una etapa de la "Corsa rosa", cogió ventaja en las curvas de las calles de Olbia y sacó provecho de la estrechez puntual de la ruta. Pese a ir mirando atrás, pues en principio abría vía para sus sprintersPelucchi y Bennett, se vio con opciones y tiró entonces hacia el triunfo, haciendo inútil el sprint de los velocistas por detrás suyo. Como el de Caleb Ewan (ORICA-Scott), segundo tras imponer su velocidad sobre André Greipel (Lotto-Soudal) y Giacomo Nizzolo (Trek-Segafredo).

La aproximación a Olbia fue accidentada, pues poco antes de la zona de protección de los 3 kilómetros finales se produjo una caída en la zona central del gran grupo, en la que no estuvo implicado ningún candidato a la general. También se fraccionó el pelotón no solo por este incidente sino por el "curveo" de la población sarda, lo que propició esa incertidumbre que aprovechó Pöstlberger para ganar.

La lucha final del pelotón acabó con la larga fuga del día y permitió prepararse para lo que parecía ser un sprint, pero el austríaco, a sus 25 años y en su primera participación en el Giro de Italia, sacó a relucir su velocidad y potencia para imponerse en Olbia.

Antes de llegar a esta localidad, una fuga formada por Maestri, Benedetti, Bialoblocki, Brutt, Teklehaimanot y Zhupa tuvo en ascuas al gran grupo, pues se formó en el kilómetro 2 y no fue anulada del todo hasta estar a 3,6 kilómetros de la meta. Una escapada con más de 200 kilómetros que, es probable, tampoco tenga éxito hoy en una segunda etapa -de nuevo- por la bonita isla de Cerdeña. Jornada con salida en Olbia y llegada a Tortolì tras 221 kilómetros favorables para los sprinters.