El zamorano Jaime Rosón (Caja Rural-RGA) dio ayer un paso más adelante en la clasificación general de la Vuelta a Castilla y León entrando de nuevo en el grupo de "escogidos" en la meta de Fermoselle donde Alejandro Valverde realizó una exhibición de poderío y estrategia para conseguir su décimo triunfo de la temporada con 51 segundos de ventaja sobre el resto de corredores.

El líder del Movistar no alcanzó el liderato por solo tres segundos y el maillot se lo volvió a vestir Carlos Betancour, también del Movistar, pero se sitúa en una inmejorable posición para afrontar mañana la etapa montañosa con final en Candelario y si su compañero cede, dar el golpe definitivo para ganar una ronda cuya victoria final se le resiste.

La de ayer fue una jornada muy positiva para el representante zamorano en la ronda regional, Jaime Rosón que volvió a dar una lección de saber estar y de trabajo por su equipo. El corredor del Caja Rural RGA estuvo atento para entrar en el corte decisivo en el que se quedaron los "escogidos", y trabajó duro para neutralizar en lo posible el arreón en la ascensión final de Valverde que demostró que su preparación para el próximo Giro de Italia es la idónea.

De cara a la etapa de hoy con final en el Alto de la Plataforma de Candelario (Salamanca), no cabe duda de que Valverde ha pasado a ser el gran favorito para lograr la victoria final siempre con permiso de Betancur que la conseguirá siempre que no se metan por medio otros rivales bien colocados en la general.

El exigente puerto final le viene muy bien a las características del zamorano Jaime Rosón, quien podría tener mucho que decir hoy para intentar hacer su primer "top ten" en una vuelta profesional o incluso luchar por la victoria si los favoritos le dan permiso y le sobran fuerzas al final después de trabajar para sus compañeros.

Ayer fue el segundo día consecutivo que se le escapó la victoria al Caja Rural- Seguros RGA en la Vuelta a Castilla y León. Si el viernes fue Pello Bilbao quien estuvo a punto de alzar los brazos, ayer fue el burgalés Carlos Barbero quien se quedó al borde del éxito.

La jornada volvió a deparar al pelotón una climatología adversa, con lluvia y viento sobre todo en el tramo inicial, lo que dificultó la formación de la escapada buena. Tras una primera intentona de Lluis Mas, fueron seis los corredores que conformarían la fuga definitiva: Gerdemann (SSG), Bizkarra (EUS), Torres (BUR), Rodríguez (BRC) y Alarcón y Vinhas (W52), llegando a tener una ventaja máxima de dos minutos.

El factor del viento fue decisivo en el desarrollo de la etapa, rompiendo el pelotón en varios grupos en el tramo entre Moralina y Bermillo como bien conocen muchos corredores que han competido en el Trofeo Iberdrola.

Con la fuga ya neutralizada, en las primeras rampas del Alto de Fermoselle (2ª) -a 6 km de meta- llegó el ataque que permitió a Valverde marcharse en solitario. El pundonor de Barbero le llevó a ganar el sprint por la segunda plaza, en un grupo donde también entró David Arroyo. Cuatro segundos después llegaron Rosón y un Pello Bilbao que sigue tercero en la general, a 15 segundos de Betancur (MOV).

Hoy domingo se cierra esta edición de la Vuelta a Castilla y León, con 151,4 kilómetros entre Salamanca y Candelario (Alto de la Plataforma), final en alto de Primera Categoría, con tres puertos anteriores -uno de Segunda y dos de Tercera-.

Carlos Barbero, primer español y primer castellano leonés señaló que "la carrera ha estado marcada por el viento. Se ha hecho un corte en el que nosotros y Movistar llevábamos mayoría y nos hemos jugado la carrera en la última ascensión. Valverde ha arrancado desde abajo y yo he intentado salir a su rueda. He podido seguirle dos kilómetros pero me ha sido imposible aguantar más. Luego he podido ganar el sprint del grupo".