El día de ayer fue uno de los más tristes para el fútbol en Castilla y León ya que, como venía rumoreándose en los últimos días, los administradores concursales que gestionan a la Unión Deportiva Salamanca después de que se acogiera a un concurso de acreedores, terminaron ayer por calificar como liquidado al club salmantino, que desaparece así tras nada menos que 90 años de historia a sus espaldas.

Tras salir de la junta de acreedores del Salamanca, convocada para las diez de la mañana y que no se celebró por no acudir el número mínimo de personas necesario, Máximo Mayoral, uno de los administradores concursales, aseguró ante los medios de comunicación que «hoy se puede decir que la Unión ha muerto».

La principal ausencia por parte de los acreedores fue de un banco, que tiene más del 50 por ciento de los créditos ordinarios, por lo que, de esta manera, va a comenzar la liquidación del club.

El pasado día 28 de mayo, Juan José Hidalgo, el que fuera presidente de la Unión Deportiva Salamanca y también presidente del grupo Globalia, anunció su intención de comprar los derechos federativos del conjunto salmantino para abrir un nuevo club.

Sin embargo, desde esa fecha hasta ahora ha habido un cruce de declaraciones de Hidalgo Acera y de los administradores concursales, sobre el coste económico de los derechos federativos.

Más de 15 días después, el Juzgado de lo Mercantil de Salamanca convocó una junta de acreedores, que ante su no celebración, ha llevado a la definitiva e irrevocable disolución del club salmantino, vecino y rival del Zamora CF.

Uno de los administradores concursales, Máximo Mayoral, criticó ayer la actitud de Juan José Hidalgo, quien «dijo en octubre que se comprometía, junto a su familia, a aportar lo que hiciera falta, literalmente, hasta el 30 de junio y no ha sido así, no han cumplido con la palabra dada».

Ante la ausencia de un compromiso firme, según el administrador concursal, se han buscado nuevos inversores «pero los Hidalgo dijeron que se hacían cargo y han disuadido a otras personas».

Una vez que se ha dado este primer paso de disolución, ahora habrá una subasta de los bienes del club salmantino, por lo que los administradores concursales han pedido ayuda a la «sociedad salmantina» para que «haya fútbol en Salamanca, porque si no, desaparecerá». Así pues, la Unión Deportiva Salamanca dijo ayer adiós y avisa a otros clubes en su situación de sus posible futuro.