Cuando hace algunos años Eduardo García Valiente firmó con el Club Balonmano Zamora, lo hizo con la ilusión de poder crear para la entidad presidida por José Antonio Quintana una cantera de la que se nutriera el primer equipo que él iba a dirigir e intentar llevar a lo más alto. En aquel momento, y gracias también al interés que muchos de los jugadores y miembros del club tenían en trabajar y luchar por ese mismo objetivo, dio comienzo un proyecto que, a día de hoy, es una realidad digna de elogio.

Cerca de 400 niños están inscritos esta temporada en la Escuela Municipal de Balonmano de Zamora. Una cifra escalofriante que, en el descanso del partido del MMT Seguros ante el Universidad de León, dio lugar a una de las más bellas y emotivas imágenes de la historia de este deporte en la provincia hasta la fecha. Y solamente hasta hoy, porque el incesante trabajo de cuantos conforman la que se califica como «pequeña» familia del balonmano, continua para que la práctica de esta disciplina crezca en todos los sentidos.

«Nunca le cerraremos la puerta a un niño o una niña que quiera practicar balonmano», indica Eduardo García Valiente, que hace poco más de un año aseguraba que la incipiente cantera zamorana debía trabajar por potenciar la calidad sobre la cantidad. «Es cierto que aún no hemos llegado al nivel de calidad o resultados de otras canteras, pese a contar con una de las bases con mayor volumen de Castilla y León y parte de España, pero el balonmano es un deporte que se está arraigando en Zamora y no vamos a ser nosotros los que frenemos ese proceso, debemos potenciarlo. En cuanto a esa calidad que buscábamos, ha aumentado al igual que el volumen. En estos momentos, en la cantera hay jugadores que participan con el primer equipo, que forman parte de las selecciones regionales y de los conjuntos que pelean de tú a tú con Ademar o BM Valladolid. Incluso, tenemos una jugadora convocada con España. Son signos claros de un salto de calidad», afirma el técnico del MMT Seguros.

Aún así, Eduardo García sabe que queda aún por mejorar y cita, como el siguiente paso a dar por la base, estar en un Campeonato de España.

«Sin duda, ese es el siguiente reto para estos jóvenes. Hemos trabajado mucho para crear una estructura sólida, se ha pasado de perder de paliza contra las grandes formaciones de la región a pelear con ellos por las plazas para el torneo nacional Es un avance y más teniendo en cuenta que, al contrario que otras entidades, nosotros no contamos con un gran equipo en determinada edad gracias a una buena remesa de muchachos o nos dedicamos solamente a las categorías masculinas o femeninas. Tenemos equipos más discretos pero muy buenos en muchas edades y eso nos hace sentirnos orgullosos y saber que estamos en el buen camino para dar ese paso más», comenta el preparador salmantino.

Una evolución que deberá ir acompañada por un crecimiento en otras áreas. Algo que ya tienen en mente en el Club Balonmano Zamora, según argumenta el entrenador del primer equipo.

«Hace seis temporadas, cuando llegué aquí, ya se estaba trabajando con la base y hemos ido ampliando esa estructura para dar forma y rendimiento al proyecto deportivo que teníamos. Todos los equipos cuentan con entrenadores titulados y creo que los resultados apoyan esta apuesta que ahora debemos llevar más allá», señala el salmantino, puntualizando: «A día de hoy ya contamos con más entrenadores pues muchos de los juveniles y jugadores han decidido convertirse en entrenadores y aportan su grano de arena. Sin Óscar, Iñaki, Arcel y el resto de los jugadores no habríamos crecido tanto, pero en un futuro en lugar de fichar jugadores para el MMT Seguros habrá que traer técnicos que potencien más la base».

Una apuesta que García Valiente ejemplifica con la labor realizada hasta el momento por Leo Álvarez. «Leo ha sido el mejor fichaje de los últimos años para nosotros porque la base ha mejorado en todos los aspectos desde su llegada. Y creo que necesita más ayuda para que su labor siga siendo efectiva», argumenta el técnico charro.

Una labor, un proyecto, que se asienta en tres pilares fundamentales como son el Balonmano Zamora, el Ayuntamiento y Caja España Duero, que hacen de la Escuela Municipal un éxito -como ya ha comentado el técnico en otras ocasiones- pero que se articula en tres simples palabras. «Para mí, el trabajo con las categorías inferiores se basa en promoción, formación y tecnificación», afirma el técnico del MMT Seguros, que explica así esta idea: «Sabemos que en primer lugar hay que dar a conocer el balonmano, acercarlo a los niños y que cuenten con la opción de poder practicarlo y esté entre sus posibles elecciones para divertirse y hacer amigos. Posteriormente, ponemos en práctica la fase de formación en la que intentamos inculcar unos valores deportivos y humanos, potenciando las relaciones y el crecimiento personal a través de la educación. Un proceso al que sigue la tecnificación, destinada ya a los cadetes y juveniles, donde damos al jugador las herramientas necesarias para que mejore y amplíe sus capacidades buscando su rendimiento deportivo».

Una puesta en escena que, en los últimos años, muchos clubes tanto de Zamora como de fuera de la provincia han puesto en práctica siguiendo el ejemplo del balonmano. Un hecho que, «supone todo un orgullo», según afirmó el entrenador del MMT Seguros, quien espera que «ojalá potencie otras canteras y disciplinas deportivas», para lo que se mostró «dispuesto a ofrecer ayuda».

Por el momento, el proyecto del Club Balonmano Zamora va dando sus frutos, y por la Escuela Municipal han pasado varios de los jugadores que sostendrán el futuro del club, como es el caso de los chicos del Cárnicas Joalcresa.

«Los juveniles están realizando una gran campaña, peleando mano a mano con Villa de Aranda y Ademar, que son campeones nacionales un año sí y otro no. Estoy tremendamente satisfecho con ellos, por el esfuerzo que derrochan aunque quizás les falta partidos para alcanzar un punto mayor de competitividad», indicó García Valiente, añadiendo: «Por lo que a mi más me toca, en relación con el primer equipo, es muy gratificante ver como jugadores como Luis Posado, Andrés o Mariete compaginan sus estudios de 2º de Bachillerato con los entrenamientos de su equipo y del Primera Nacional todas las semanas sin desfallecer. Por eso estoy seguro de que se ganarán un hueco en este equipo y espero recompensarles con minutos en pista».

Un esfuerzo que también realizaron en su día Guille y Sandín, el espejo de todos los canteranos que optan a subir al primer equipo. «Son espectaculares», afirma su entrenador. «Siendo cadetes ya entrenaban con séniors y han luchado sin tirar la toalla muchos años hasta poder contar con minutos. Ahora, tanto en el plano deportivo como humano, son imprescindibles. Son un ejemplo para todos los chicos de la base».

Una cantera en la que brilla con luz propia María Prieto, recientemente convocada con la selección española juvenil. «Es la recompensa a su terrible esfuerzo e insistencia por mejorar, día a día. Es un merecido premio para ella, para el club y para la labor de todos los entrenadores que ha tenido», afirma el preparador.

Jugadores que, quizá, en un futuro formen parte de otros equipos aunque «de momento nadie se ha puesto en contacto con el club», según señala García Valiente quién apunta: «Es pronto aún para que eso ocurra, pero hablaría bien de nuestro trabajo como club. Yo espero que todos puedan destacar aquí, pero seguro que a algún chico y a muchas chicas no le faltarán las ofertas».

Un deseo, ver brillar a la cantera en su lugar de origen, para el que se prepara ya el club. «Está encima de la mesa la creación de un filial. La dinámica del club invita a pensar que su creación llegará tarde o temprano dado el crecimiento del club, además de por su necesidad evolutiva. Pero dependerá de la posición del primer equipo y el apoyo que recibamos. Este es un proyecto sólido, que queda bien definido por la foto de la Escuela, y para que siga creciendo hace falta que todos sus elementos sigan aportando en la misma manera que hasta ahora. Siendo así, esta pequeña familia seguirá evolucionando», concluyó García Valiente, uno más de esta Escuela Municipal. Una familia que nutre a un gran club y que no se cansa de crecer año a año en todos los aspectos.