FICHA TÉCNICA

Inzamac Zamora: Jugaron y anotaron: Bolly, Oscar Álvarez (5), Fer (2), Berto, Peli (5), Arcel (1), Litus (2), Jose (3), Iñaki (2), Guille (5) y Carletes (1).

Paraxe Construcciones: Jugaron y anotaron: Camino (1), Cid (6), Cuadrado (3), Gómez (7), Abilleira (3), Martínez (7), M. Ferreira (1), Sánchez (2), Domínguez, Vidal, Herranz (2), Casal (2) y Koustov.

Árbitros: Dirigieron la contienda las colegiadas Takeuchi Torres y Reoyo Zamora (Federación de Castilla y León). Excluyeron con dos minutos a los locales Fer y Litus; y a los visitantes Cuadrado, Gómez, Martínez y M. Ferreira.

Parciales cada cinco minutos: 5-2; 6-7; 9-9; 11-11; 15-15; 17-17 (descanso); 20-19; 22-19; 22-24; 24-26; 25-31; 26-34 (final).

Incidencias: Partido correspondiente a la undécima jornada de liga en el Grupo A de Primera División Nacional disputado en el Pabellón Manuel Camba ante cerca de 300 espectadores.

Inzamac Zamora volvió a conocer el lado amargo de la competición al caer derrotado en su feudo ante el Paraxe Construcciones (26-34) en un choque que gozó de terrible igualdad durante su primera parte y cuyo desenlace dejó los peores minutos de la escuadra zamorana.

Una parábola, matemáticamente hablando. Así se puede resumir la actuación de los «guerreros de Viriato» en el encuentro de ayer ante un Paraxe Construcciones que se mostró muy sólido en defensa y brillante en ataque los últimos minutos, cuando su rival atravesaba su peor momento de la temporada.

Inzamac Zamora arrancó el encuentro muy concienciado de la dificultad del mismo y de la importancia de lograr un triunfo que rompiera su mala racha de resultados. Así, y pese al férreo seis-cero de los hombres de Chapela, los locales dominaron los primeros minutos de partido y lograron su primera renta en el electrónico (5-2, m. 5).

Paraxe Construcciones reaccionó al gran inicio zamorano y no tardó en igualar la contienda (6-6, m. 8), que pasó a ser un intercambio de golpes entre ambos adversarios.

Esta dinámica llevó el duelo a un periodo con alternativas en el tanteo que nunca pasaron de un tanto dado que ninguno de los equipos perdonaba los fallos rivales.

El entramado defensivo de los de Chapela resultaba muy difícil de asaltar por el cuadro de Viriato, que encontró en el juego colectivo la clave para ir sumando goles ante un Paraxe que mantenía su ritmo anotador a base de rápidas contras y tiros desde el pivote, pues en el juego estático un impresionante Bolly se mostró tan inaccesible como la zaga gallega.

Inzamac Zamora desplegaba un juego lento pero de muchos quilates y, por ello, consiguió plantar cara al cuadro visitante y firmar tablas al término de la primera mitad (17-17).

El equipo anfitrión había ido creciendo con el paso de los minutos y en los compases iniciales de la segunda mitad alcanzó su momento culmen. Inzamac Zamora desplegó sus mejores virtudes sobre la pista y en los primeros diez minutos ponía a Paraxe Construcciones contra las cuerdas hasta que alcanzó el 22-19 donde llegó el punto de inflexión a la línea que su juego había trazado.

En ese momento, con bola en poder local, Fer fue objeto de falta no señalada y en el contragolpe visitante, tras leves protestas, él mismo fue objeto de una rigurosa exclusión que cambió el devenir de la contienda.

La escuadra de Chapela, cuyo banquillo era un reparto de culpas, vio en la inferioridad zamorana su última oportunidad y a base de coraje y empuje igualó de nuevo el choque (22-22, m. 43).

El conjunto visitante se vio lanzado y, ayudado de la sequía goleadora local en esos instantes, se puso con tres tantos de diferencia sobre los pupilos de García Valiente, que no pudo rearmar a su equipo. Inzamac Zamora quedó K.O. y su juego perdió enteros tan rápido como los había ganado, permitiendo a Paraxe anotar en cada ataque y perdiendo el choque por un contundente 26-34.