"No nos valen las buenas palabras, necesitamos soluciones"

"Entendemos la situación de los ganaderos, pero hay que cumplir la ley"

La expansión de la fauna salvaje "es indiscutible". Lo admitía ayer el delegado de la Junta durante la reunión con representantes de Asaja. Hasta el punto de que se ha convertido en un problema de primer orden para los agricultores y ganaderos. Castro puso de manifiesto el abandono de la actividad agraria, especialmente la ganadería extensiva. "Vemos un incremento de población de jabalí, del corzo y el ciervo, que ya lo tenemos a las puertas de Zamora, ya no hace falta ir a la Sierra de la Culebra".

En ese contexto, el delegado territorial defendió el papel de la caza, "que genera empleo, actividad, turismo y también hace un control de densidad importante. No queda otro remedio; para controlar la población de ciervos hay que matar machos y hembras". Apuntó también que, aunque "hay mucho jabalí", el año pasado se sacrificaron en Zamora 4.800 ejemplares. "Hay que disponer de cazadores suficientes para tener una capacidad de control y con unos cotos cinegéticos que hagan una gestión adecuada".