La Asociación Cultural "Jóvenes de Pino del Oro", fundada en enero de 2017, ha recuperado "los antruejos", esos personajes carnavalescos que antaño solían recorrer las calles del pueblo en los días previos a la Cuaresma, pero que como todas las tradiciones se han ido perdiendo. La junta directiva de la asociación está formada por Sheila Domínguez García como presidenta, vicepresidente lo es Rafael Molera Gutiérrez, secretaria Noelia Zurdo Castaño y tesorero David Zurdo Castaño.

En estos momentos y a pesar de estar recién creada, la asociación cuenta con más de 60 inscritos, algunos de los cuales son los encargados de vestirse con los "atropos" más viejos que tienen en casa. De este vestuario cuelgan los "changarros" (cencerros y esquilas) y se cubren la cara con una careta construida por ellos mismos.

Por segundo año consecutivo, y a las seis en punto de la tarde, nueve personajes comenzaban el desfile por las calles de Pino del Oro, todos ellos rapaces, vecinos del pueblo y miembros de la asociación, vestidos con "arrapos" y llevando a cuestas cencerros y esquilas y tapándose la cara con caretas diabólicos. Algunas de ellas son antiquísimas, construidas con piel de "jato" -ternero- superpuesta sobre corteza de "zufrero", alcornoque y usando el rabo del mismo ternero como cola del personaje diabólico. Las caretas de hoy en día son más ligeras, hechas con porexpan y pintadas, pero con la misma intención que las antiguas, asustar a los vecinos.

Una vez comenzado el desfile el séquito se para allá donde haya gente sentada al sol, delante de ellos echan unos bailes o los sacan a bailar, pues los antruejos van acompañados de varios músicos, ya que Pino siempre ha sido, y los es, un pueblo de grandes músicos, así que al son de la gaita o la dulzaina animan el desfile y tocan para que la gente baile.

De momento la Asociación "Jóvenes de Pino" se encarga de todo y no precisa de ayudas institucionales, sólo de los propios vecinos del pueblo que les prestan ropas viejas, cencerros de las vacas y esquilas de las ovejas, así como todo lo que sea necesario con tal de echar una mano y recuperar las tradiciones que tan gratos recuerdos les traen a sus memorias.