El lobo no estaba presente en la sala del Colegio Universitario de Zamora, pero su existencia y modo de vivir centró todas las intervenciones de ganaderos, técnicos y representantes de las organizaciones agrarias que tomaron ayer la palabra en el acto de presentación del vídeo "¿Convivencia? Ganadería y Lobos", dirigida por la Unión de Pequeños Agricultores (UPA).

La película trata de ofrecer, "en 72 minutos", la realidad que afronta el sector ganadero que cohabita con el cánido, pero dando opción a todos los gremios a explicar la gestión defendida sobre el gran predador para tener una visión de conjunto.

Nadie se mostró a favor "del exterminio del lobo", como nadie puso en duda que la especie "está en expansión" y ha cruzado no solo el río Duero hacia el sur con gran colonización, sino las fronteras de la comunidad de Castilla y León para adentrarse en la madrileña. Pero la confrontación de posiciones evidenció que existen marcadas diferencias en cuanto al mantenimiento y ubicación de una especie que llena el estómago muchas noches del año con ganado doméstico. "Unas 400 cabezas de ganado, en 146 ataques" el pasado año, al decir del delegado Territorial de la Junta de Castilla y León, en Zamora, Alberto Castro, que inauguró el acto.

Y son notables las diferencias en cuanto a la disposición de las medidas más convenientes para evita los ataques del legendario animal, como mastines y vallados, y sobre todo en cuanto a correr con los costes, seguros y el pago de los daños. "Si el lobo es de todos, tenemos que pagar sus fechorías todos, no asumirla el ganadero, que ya bastante tiene. El seguro que se sacó de la Junta de Castilla y León de la manga es una pantomima. Y es incomprensible e inaceptable que uno tenga que asegurar sus ovejas por si viene lobo y las mata. Lo tiene que asegurar la Junta. Si hay compañía que se lo haga" manifiesta el ganadero sanabrés, Pedro Fernández San Román, en su participación en el vídeo.

Prácticamente todos los implicados en explotaciones ganaderas que tomaron ayer la palabra, en plasma o en directo, anunciaron "el exterminio del ganadero" de seguir la actual política de gestión del lobo.

El secretario general de UPA, de Zamora y Castilla y León, Aurelio González, insistió en reclamar "un mapa" que deje claro en qué lugares puede estar presente el lobo y en qué territorios no debe permitirse su existencia. "El lobo tiene que estar donde pueda estar", expresó, "¿Por qué cambiar de hábitos y meterse en gastos?" se preguntó, poniendo en tela de juicio que haya que "conectar" las poblaciones lupinas del norte y del sur del país, "volviendo al año 1848". González aseguró que "donde han metido el lobo lo que desaparece son los ganaderos", y subrayó que "donde más lobos hay más fauna existe", poniendo así en entredicho la versión de los ecologistas -en el vídeo porque no asistieron al debate- de que el lobo controla la proliferación de otras especies salvajes. Para el secretario de UPA "el principal problema es que la gente se marche de los pueblos".

"No hay más remedio que convivir"

"La reglamentación es muy restrictiva y sabemos que al norte y al sur del Duero habrá lobos y convivencia o coexistencia. No habrá más remedio" afirmó ayer tajante, y por dos veces, el jefe de Espacios Naturales de Zamora, Jesús Palacios. "Europa es quien lo ha hecho protegiendo al lobo al sur del Duero, y todavía no hemos sabido gestionarlo entre unos y otros. Hay que ver qué instrumentos y herramientas podemos usar para presentar más eficacia y menos daños" manifestó. Remarcó Palacios que "hay una cultura de coexistencia con el lobo" y mencionó a Pedro Fernández como uno de los ganaderos "ha puesto los medios de autoprotección".

El responsable del mantenimiento de los "ocho lobos" recluidos en el Centro Temático del Lobo, de Robledo, Carlos Sanz, destacó el interés imperante para que el Centro "sea un motor de desarrollo económico para la zona", además de ser "un referente" para que la ciudadanía "pueda ver el lobo". Reconoció que es un animal "polémico y conflictivo" y abogó por buscar "puntos de equilibrio y consenso" entre los diferentes sectores sociales. "En el siglo XXI es posible la convivencia y absolutamente imprescindible" dijo, y expresó que "no puede vivir en cualquier parte ni a costa solo de los ganaderos".

El ganadero de San Miguel de la Ribera, Iván García, agraciado con un cierre financiado por la Junta de Castilla y León tras sufrir gravosos ataques, expresó que "sería una medida cara si se hace para todos los ganaderos". Un cierre, que en el tramo de intervenciones, llevó a Pedro Fernández a manifestar, arrancando los aplausos, que la Junta hubiera acertado si "en vez de un cierre para el ganado lo hubiera hecho un poco más grande para encerrar a todos los lobos de Zamora y solucionar el problema".

El ganadero José Manuel Sogo indicó que "algo no va porque el relevo generacional en el campo no va", y vapuleó la afirmación de quienes sostienen que el lobo "mata animales débiles y enfermos", o que mata "para alimentarse", señalando que "el lobo no escoge: viene y mata a degüello". Defendió que los animales "duermen mejor en el campo que en la nave" y una vida de conciliación familiar para el ganadero. Aurelio González hizo "una llamada de socorro a la sociedad, ecologistas, y todos, para dar una solución al conflicto y no llegar a tener que hace un retrato al lobo con la paralela".