En "Vivir con lobos", como titula el primer apartado, Ecologistas en Acción exponen que "la meta es fomentar la coexistencia de la ganadería extensiva y el lobo para mejorar el estado de conservación de la especie". Parar lograr este fin han puesto en marcha varias acciones que tienen como público objetivo ganaderos y ganaderas, administraciones y medios de comunicación.

Se indica que, "como todos los grandes depredadores, el lobo ibérico es un elemento clave en el funcionamiento de los ecosistemas y sus procesos ecológicos", y resaltan que "la conservación de poblaciones funcionales de esta especie es imprescindible para el mantenimiento y la restauración de los ecosistemas peninsulares por su papel de depredador apical". El colectivo indica que "la depredación sobre el ganado afecta a menos del 1% de la cabaña ganadera en extensivo, pero para determinadas explotaciones puede suponer perjuicios que es necesario considerar".

Otro de los apartados de la guía va dedicado a "la situación del lobo", que viene a reparar en la evolución que ha tenido la especie a lo largo de la historia, así como lo sucesivos censos. "Para disminuir los factores de tipo genético que puedan afectar a esta población, como la endogamia y la hibridación, parece necesario asegurar el futuro de las poblaciones mediante un crecimiento constante y continuado de sus poblaciones siempre que sea posible" exponen. También dedican un apartado al estatus legal del lobo. La Directiva Hábitats de la CEE lo cataloga como especie de interés comunitario, con una diferente protección conforme a la población esté situada al sur del río Duero o al norte, donde es posible la práctica de su control a través de la actividad de la caza.