Tras dejar claro que suscribía la posición de las organizaciones agrarias, Rafael Sánchez Olea, gerente de Cobadú, se mostró "bastante pesimista" con el futuro y la sostenibilidad de las explotaciones. Reflexionando con la perspectiva de su experiencia de más de 30 años, aseguró que en los 80, pequeñas explotaciones pagando intereses del 6% "y todo el mundo sacaba márgenes, todo el mundo vivía. A medida que hemos ido desmantelando los mecanismos de regulación y de equilibrio no somos capaces de sacar rentabilidad". Por ello se planteó si no habría que reducir "el dimensionamiento de las industrias y de las grandes superficies, que a veces son las que cortan el bacalao". Sánchez Olea se preguntó también por la efectividad de la plataforma del sector vacuno. "Podemos hacer reuniones y fotos, pero mientras no tengamos unos mecanismos de regulación va en perjuicio del sector productor".