La historia de Marcos Rodríguez Pantoja comienza en Andalucía donde, después de sufrir maltratos y abusos por parte de su familia, fue vendido con 6 años a un cabrero de Sierra Morena. Éste se convirtió en su única familia y le enseñó a sobrevivir y aprovechar todo aquello que la naturaleza le ofrecía. Cuando el hombre falleció, Marcos desconocía por completo la existencia de otros seres humanos en las regiones próximas por lo que se adaptó a vivir entre los animales de la montaña. Fue criado por los lobos durante más de doce años, llegando a convertirse en uno de ellos y ganándose el seudónimo por el que aún hoy en día es conocido.

La sorprendente vida del niño lobo despierta la curiosidad de todo aquel que la escucha, tanto que llegó incluso a hacerse un hueco en la gran pantalla bajo el título Entrelobos, dirigida por Gerardo Olivares y contando con la participación de actores como Juan José Ballesta, Sancho Gracia o Carlos Bardem. La película se estrenó en 2010 después de un largo y difícil rodaje en el que participó el propio Marcos para guiar la interpretación de los actores que daban vida a su personaje. A raíz del largometraje, figuras televisivas como Iker Jiménez o Cayetana Guillén Cuervo se interesaron por su historia para rendirle también su pequeño homenaje a este andaluz, del que incluso se ha escrito una tesis doctoral sobre antropología en la Universidad de las Islas Baleares.

Marcos reside actualmente en una pequeña localidad de Orense llamada Rante y a menudo viaja para contar su peculiar experiencia, de la que tanto se puede aprender. Estos días, el niño lobo que ya supera los 69 años, ha estado en Sanabria, en el campamento diocesano que organiza la Delegación de Enseñanza. Marcos ha compartido sus historias con los 190 niños que disfrutan de las instalaciones del camping de Cáritas Zamora, los cuales han aprovechado la ocasión para plantearle todas las dudas que les inspiraba su impactante vida.

Regreso a Sierra Morena

A lo largo de los últimos años, han sido varios miles de alumnos los que han pasado por las instalaciones que Cáritas de Zamora ofrece junto al lago de Sanabria para el desarrollo de esta actividad, que se ha convertido en una de las más atractivas y demandadas del verano provincial por niños y monitores.

Marcos, que asegura que en más de una ocasión ha deseado regresar a aquella vida entre animales salvajes de Sierra Morena, ha pasado cuatro días conviviendo con los jóvenes para conmemorar el décimo aniversario del campamento diocesano, que termina el próximo domingo día 12. Los chavales, que se llevan un recuerdo imborrable, despidieron a este hombre con lo que a él más le gusta: el aullido del lobo, haciendo que la comarca sanabresa se estremeciera ante el sonido de las doscientas gargantas aullando al unísono, consiguiendo emocionar al propio niño lobo.