Arcenillas, Villalazán o Jambrina son algunos de los pueblos de la comarca del Vino que ayer clausuraban el programa de sus respectivas fiestas de verano con un desfile de carrozas que sirvió para dar rienda suelta a la imaginación y a las ganas de divertirse por parte de las peñas en su elaboración.

Jambrina recuperó el clásico desfile de carrozas después de la suspensión que realizó el pasado año debido a la muerte en accidente laboral de un joven vecino. Hasta media docena de carruajes marchaban durante la tarde por las calles de esta pequeña localidad de Tierra del Vino cita obligada en el calendario festivo de la comarca y evento estelar muy aplaudido por los espectadores y los propios vecinos que reconocen el trabajo y el esmero de las promotoras, la Asociación de Amas de Casa, sobre todo teniendo en cuenta que no existe ningún premio adicional, y por tanto la participación es en función de desarrollar la imaginación buscando el marco adecuados sobre el que construir los elementos de diseño y las ganas de pasarlo realmente bien animando al personal. Una tarde de paseo, El veraneo en Jambrina, Las flores, La fiesta del pijama, En busca de la Sardina o Los deportes eran algunos de los temas sobre las que versaba el divertido pasacalles de la XXVII Semana Cultural que se clausuraba con una tortillada que reunía a decenas de comensales en la plaza mayor una vez concluido el desfiles de carrozas amenizado por Los Unis.

Al igual que en Jambrina el desfile de carrozas de Villalazán y Arcenillas animaron el ambiente con escenografías divertidas y títulos tan peculiares como la Cofradía de San Inquieto.

Los distintos campeonatos deportivos , el cine de verano , las exposiciones de dibujo infantil, el partido de pelota, las cenas de peñas, el flamenco, las rutas en bicicleta, las excursiones y las verbenas populares son solo algunas de las actividades que han estado presente en los programas festivos de estas localidades.