Despedida triunfal

Entrada: Un quinto.

Ganadería: Seis novillos de la ganadería Nietos de Ismael Pérez de Madrid.

Toreros: Mazzantini, Alberto Durán y Fernando Lomeña.

El novillero zamorano Alberto Durán se despidió ayer como novillero antes de tomar la alternativa en Zamora dentro de 20 días en la festividad de San Pedro. El torero de Villamor estuvo muy torero y con una actuación muy buena en su primer novillo que, a pesar de no darle muchas oportunidades, puso todo de su parte desde que inició la faena de muleta con ayudados por bajo. A partir de esos momentos, entendió la embestida de su enemigo y adelantando la muleta desgranó tres series de muletazos con la mano derecha de gran temple y lentitud que fueron jaleadas por el público. Se echó la muleta a la mano izquierda pero el trasteo no tuvo la misma intensidad ya que el novillo no se prestó al lucimiento por ese pitón. Cambió la muleta otra vez a la mano derecha y surgieron los mejores pases siendo ovacionados por el público. En esta ocasión el torero acertó con la espada colocando una media de efectos fulminantes que hizo rodar al novillo sin puntilla y el público pidió con insistencia la oreja que la presidencia otorgó.

En el quinto, de nombre «Catalán» y con el que se despedía de su etapa novilleril apenas pudo lucirse porque las condiciones del novillo no fueron las apropiadas para el torero a pesar de que lo intentó en todo el momento. Lo mejor fue un buen quite por chicuelina con remate de una preciosa media llena de sabor y lentitud. Se quiso despedir brindando al público la muerte de su oponente y la faena parecía que iba a tomar un vuelo distinto cuando se dobló por alto con dos ayudados llenos de torería engarzados por otros dos por bajo. Sin embargo, a partir de estos momentos el novillo empieza a rajarse y a dar solo medias embestidas por lo que las series empiezan a quedarse deslucidas. Por la izquierda, la conducción del novillo era todavía mas incierta y no le dejó estar agusto. Pinchó en dos ocasiones antes de cobrar una estocada al encuentro que fue suficiente recibiendo una calurosa ovación del publico en esta su despedida.

El torero cordobés Mazzantini estuvo en torero más para la galería que para lucir las cualidades de los dos novillos que tuvo en frente, posiblemente los de mejor condición de todo el encierro. Con el primero, un novillo muy noble pero flojo y el mas chico, estuvo bullidor pero sin profundidad en su toreo. Empezó con unos ayudados sentado en una silla para hacer el toreo fundamental siempre dejándose enganchar y sin ligazón. Mató de una estocada tendida y atravesada y el novillo, como no se echaba, tuvo que entrar a descabellar. El cuarto, un novillo aplaudido en el arrastre, lo toreo siempre descargando la suerte y sin abrir el compás con la manía actual de querer torear a pies juntos con lo que se acortaba el recorrido de los novillos. Casi al final del trasteo es volteado sin consecuencias. Mató de una media estocada tendida pero suficiente y el publico le pidió las orejas y el presidente de manera excesiva concedió.

El novillero de Guadalajara Fernando Lomeña ha estado ennovillero toda la tarde. Saludó con una larga cambiada en los medios y otra más en el tercio a su primero, un novillo de gran clase que fue ovacionado en el arrastre. Puso banderillas y después de brindar a los componentes de su peña inició la faena sentado en el estribo. Sin embargo, se le ve muy poco placeado y dejó marcar al novillo de más clase de todo el encierro. Se tiró a matar y cobró una estocada casi entera pero contraria aunque fue suficiente, lo que le sirvió para cortar una oreja. En el sexto, al que también volvió a recibir con una larga de rodillas, estuvo bullidor pero sin acoplarse a la embestida un poco brusca del último novillo. Colocó banderillas con más ganas que clase y el trasteo ha sido muy poco efectivo. Mató al segundo intento y recibió una ovación. Al finalizar el festejo el novillero zamorano ha sido despedido con una gran ovación antes de iniciar nueva etapa dentro de 20 días.