Cerca de 150 trabajadores de la planta eólica de Coreses secundaron ayer la manifestación celebrada ayer en Madrid contra el cierre de plantas y los despidos anunciados por la multinacional francesa Alstom. La protesta fue respaldada por casi un millar de empleados de la compañía, tanto de la provincia como de Cataluña, País Vasco, Galicia y Navarra, afectadas en mayor o menor medida por el plan de reestructuración, que prevé la destrucción de 373 puestos de trabajo, más de cien en Zamora.

El presidente del comité de empresa de Alstom Wind Altamira, Agustín Bonis, considera que «la movilización ha sido un éxito, no sólo en volumen de participación sino porque nos motiva y nos da más fuerza para seguir luchando». Los trabajadores asistieron ayer a la primera protesta conjunta junto al resto de compañeros de la empresas y recorrieron durante toda la mañana la extensa avenida de la Castellana con sus bocinas y pancartas. La primera parada fue ante la sede de la multinacional, donde doce representantes de todos los manifestantes fueron recibidos por el director de Recursos Humanos. Sin embargo, los manifestantes critican su falta de recepción en el Ministerio de Industria, donde realizaron otra de sus concentraciones. «A este Gobierno no le interesa defender a los trabajadores sino fomentar el paro», criticó Bonis.