-En cuanto a medidas contra la fauna salvaje, su sindicato se ha mostrado contrario al plan del lobo y a los seguros para cubrir los daños, ¿por qué razones?

-La crítica más grande que hacemos respecto a este tema es que no tiene sentido que un ganadero tenga que contratar un seguro por si un lobo le ataca, cuando su gestión depende de la Junta. Si te cae una teja en la cabeza esa casa tiene que tener un seguro de responsabilidad civil por eso creemos que la Junta debería tener un seguro para indemnizar a los ganaderos vía patrimonial. A mayores de la pérdida de producción que sufren los ganaderos, los seguros que tienen que contratar en la actualidad les penaliza en caso de que se produzca un ataque de lobo, igual que los seguros de los coches. No estamos en contra del lobo sino de un número desaforado de lobos. Un ganadero puede asumir un ataque fortuito pero no seis o siete al cabo del año. El lobo es un animal jerárquico y sólo puede haber un macho alfa por zona. Si les enseña a los lobos pequeños a cazar ovejas en lugar de a otros animales su manera de matar va a ser esa. Por eso planteamos un control selectivo de la especie. De hecho, el servicio de control que tenemos en Castilla y León es de los mejores de España. Creemos que si nacen cinco lobatos es mejor matar a dos para garantizar la convivencia entre los ganaderos y fauna salvaje. Al lobo ahora le resulta más fácil matar rebaños que jabalíes o ciervos. No hace tanto que la Junta vendía crotales para matar lobos.