El Consejo de Gobierno prevé desarrollar el reglamento del decreto con el fin de evitar la suspensión de la temporada de caza menor este fin de semana. Al respecto, el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, afirmó que con este decreto se culmina un proceso «participativo y consensuado» que ha permitido adaptar la legislación a las directrices europeas y actualizar aspectos como el valor de cada pieza, que mantenía los parámetros de 1985.

Por tanto, Silván sostuvo en una declaración grabada, que ha facilitado la Junta, que se han dado los pasos necesarios para que se pueda seguir cazando el próximo fin de semana en la Comunidad con «total y absoluta normalidad».

El nuevo texto plasma jurídicamente los principios de protección recogidos en la Directiva 2009/147/CE del Parlamento Europeo -relativa a la conservación de aves silvestres, y conocida como Directiva Aves-, y en el convenio de Bonn, relativo a la conservación de las especies migratorias de animales silvestres.

Asimismo, el gobierno autonómico ha aprobado, en reunión extraordinaria, el decreto por el que se regula la conservación de las especies cinegéticas, su aprovechamiento sostenible y el control poblacional de la fauna silvestre. Además, esta tarde el Consejo Regional de Caza conocerá su contenido y el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) lo publicará mañana, según informaron fuentes del Ejecutivo autonómico.

Fuenes del Ejecutivo autonómico informaron que el texto define reglamentariamente el concepto de especie cinegética, especie cazable, caza, control poblacional, caza intensiva, sueltas para competiciones. Especifica además las especies cinegéticas de Castilla y León, actualizando el listado del decreto 172/1998. La nueva norma regula, tal y como propone la directiva europea, el establecimiento de los periodos donde el aprovechamiento cinegético de la avifauna es posible, al no coincidir con la época de cría o reproducción ni con la migración prenupcial, basado en los estudios y documentos orientativos de la Comisión Europea, elaborados por el Comité Ornis.

Además, define los supuestos de adopción de medidas excepcionales de control poblacional fuera de la época de caza -fuera del periodo hábil-. También, recoge el desarrollo reglamentario de armas, arcos, perros, cetrería, hurones y de las modalidades de caza y establece un régimen de control de perros asilvestrados y de especies no cinegéticas y regula el anillamiento y marcaje de fauna silvestre. Asimismo, regula además la tenencia de ejemplares de especies cinegéticas en cautividad, comercialización y movimientos de fauna silvestre.

Finalmente, actualiza la valoración de las piezas de caza que estaba sin actualizar desde 1985.

La elaboración del Decreto se inició en 2008, con el informe de un primer borrador del Consejo de Caza de Castilla y León, en su sesión extraordinaria de 16 de febrero de 2009. Se solicitó que se hicieran las aportaciones oportunas. En sesiones ordinarias sucesivas se presentó un segundo borrador más elaborado y que concretaba las sugerencias efectuadas. Con el fin de lograr el máximo consenso de los diferentes colectivos afectados, el proyecto de decreto se sometió a información pública el 23 de agosto de 2011. La nueva redacción del proyecto ha recogido las alegaciones aceptadas.

La estructura del decreto comienza con la exposición de motivos, tiene cuatro títulos, tres disposiciones y un anexo. En el título primero se definen los medios, modalidades, limitaciones y seguridad en el ejercicio de la caza. Así, en el capítulo primero se describen los medio de caza; en el segundo, las modalidades; en el tercero; las zonas de adiestramiento de perros y aves de cetrería, y en el cuarto, la seguridad e esta actividad.

El título segundo se refiere a la protección de las especies cinegéticas y periodos de caza; el tercero, al control poblacional y otras capturas, y el cuarto, a la comercialización, movimientos de la fauna silvestre y la valoración de especies cinegéticas a efectos de indemnización. Además, en el anexo se exponen los periodos de reproducción y de migración prenupcial de las aves cinegéticas.

Hasta ahora, más del 90 por ciento de Castilla y León era zona cinegética, en torno a 8,6 millones de hectáreas. Cabe destacar también el atractivo de la Comunidad para los aficionados de la caza, no sólo de la autonomía, sino también del conjunto de España y de Europa. Esta actividad genera más de 300 millones de euros y una cifra superior a las 124.000 licencias, de las que el 40 por ciento se expiden para cazadores de fuera. A nivel nacional, hay 430.000 afiliados y en Europa el número de licencias registradas asciende a 6,5 millones.

Asimismo, el 10% de los castellanos y leoneses varones tiene licencia de caza, lo que demuestra que es una actividad muy arraigada y tradicional en la comunidad. En Castilla y León existen diez reservas regionales de caza, cuatro cotos, 5.700 cotos privados y ocho zonas de caza controlada.