La mancomunidad de El Raso estudia la posibilidad de llevar la gestión de los recursos que producen las 1.654 hectáreas enclavadas en la Tierra de Campos.

En la última asamblea general los trece municipios que la integran sopesaron la posibilidad de que fuera la propia agrupación, a través de un gestor, la que se encargara de la administración de los recursos tal y como en la actualidad permite la Junta de Castilla y León. «El Raso» es ahora un monte de utilidad pública y el aprovechamiento está regido por la Junta. Según pudo conocer este diario, durante la reunión se acordó iniciar los trámites para la búsqueda de un gestor que llevará a cabo el trabajo y que se comenzaría con una reunión con los responsables de Medio Ambiente para conocer de primera mano como se está la situación del monte.

Una vez más, la asamblea de la mancomunidad no estuvo exenta de polémica en algunos de los puntos llevados en el orden del día. Uno de ellos fue el relevo en su cargo de tesorero de José Manuel Pérez Esteban, alcalde de Villar de Fallaves, el cual venía desempeñando sus funciones desde hacía dos mandatos. El nuevo presidente de El Raso Carlos Peláez, alcalde de la localidad de Quintanilla del Olmo, decidió su cambio por el regidor de Cerecinos de Campos, Andrés Alonso.

Otros de los asuntos espinosos de la reunión fue la construcción futura sede de la mancomunidad «El Raso» en Villalpando. El punto generó polémica entre los representantes de los diferentes municipios, ya que según fuentes de la mancomunidad «los pueblos pequeños la querían y los grandes no». El tema al final quedó en «tablas» después de que el presidente se comprometiera a presentar ante la asamblea una memoria y un presupuesto del coste de la nueva infraestructura que se construiría en Villalpando, aunque según las primeras impresiones el proyecto podría no llevarse a cabo ya que hay muchos representantes de los pueblos que prefieren «el reparto de los fondos, aunque sea poco, que una sede que puede llegar a ser ruinosa para todos» y otros alegan que «donde nos vamos a meter con la que está cayendo y cuando los ayuntamientos no tenemos ni un solo duro». El presidente de El Raso, arropado por otros municipios, es un acérrimo defensor de la edificación alegando que precisa «una mesa, un ordenador y una caja fuerte para meter toda la documentación», mientras que otros pueblos sugieren que se acepte el ofrecimiento de un local realizado por los ayuntamientos de Villalpando (donde actualmente se realizan los plenos) o de Villanueva del Campo.

Otro de los temas en discordia fue la comida de despedida a los cargos que han dejado la mancomunidad. La asamblea consideró elevado el coste del menú propuesto por la presidencia y se pidió que se buscara algo más acorde a los tiempos de crisis que estamos viviendo.