El obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán tiene previsto oficiar a partir de las once de la mañana de hoy la misa mayor de la romería del Cristo de Morales, junto a los párrocos locales Zacarías García y José Ferrero, a los que podría sumarse algún sacerdote más. Es la ceremonia religiosa principal de la fiesta grande del Cristo de Morales, a la que suelen acudir tanto las autoridades locales como las de la capital y provincia, que son agasajadas, tras el oficio religioso, con un generoso ágape.

La jornada, no obstante, empieza mucho antes. A partir de las seis de la mañana y cada media hora se celebrarán misas en la ermita, hasta las diez. A esa hora saldrá en procesión la Virgen del Rosario desde la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Morales para caminar los aproximadamente tres kilómetros que la separan del crucificado, a hombros de los moralinos.

Será la Banda de Cornetas y Tambores de Morales del Vino la encargada de acompañar, junto con los vecinos, a la imagen.

Tras la jornada romera en la pradera, donde muchos moralinos aprovechan para pasar un día de campo o pasarse por las casetas de productos típicos y bares, con especial aprecio por la de los quintos, tendrá lugar otra misa a las siete y media, justo antes de que la Virgen del Rosario regrese al templo de Morales a partir de las nueve de la noche.

Es costumbre que los peregrinos que acompañan a la virgen en su viaje de retorno canten una salve a las puertas de la iglesia y que el sacerdote dirija unas palabras a los fieles.

Los servicios de autobús urbano establecen frecuentes desplazamientos desde la ciudad para facilitar el acceso a la pradera del Cristo.

Una vez más la mirada estará puesta en el cielo. Si el tiempo acompaña se espera una numerosa presencia de zamoranos en torno a la ermita del Cristo. No son pocos los que aprovechan la romería para comer o merendar en la zona de la pradera rodeada de casetas.