Un jabalí adulto, herido de muerte, atacó enfurecidamente en la mañana del pasado sábado al joven cazador de Bermillo de Alba, Pedro Alonso Lira, que hubo de ser evacuado con urgencia al Hospital «Virgen de la Concha» de Zamora capital para atenderle de los jabatazos aplicados por el verraco salvaje. Una vez llegado al servicio de urgencias, -Bermillo está a unos 35 kilómetros de Zamora- los facultativos actuaron de inmediato y lograron detener la hemorragia, cerrándole la herida y el desgarro causada por los colmillos del jabalí en una de las piernas. El joven recibió 14 puntos de sutura. De regreso en el pueblo, pasado el susto, Pedro incluso bromea con su sobrina: «un rasguño de zarza», a lo que ella puntualiza: «La herida era muy gorda, daba miedo verla. Mi tío ha tenido mucha suerte pues podía haber sido muy grave».

Sin embargo, la normalidad cotidiana de Bermillo, localidad perteneciente al municipio de Fonfría de Aliste, se vio truncada además el fin de semana por los ataques de los cánidos a una ganadería doméstica.

Los lobos causaron el viernes, el sábado y el domingo los ataques más contundentes del año 2010 al norte del río Duero, muy lejos de su hábitat en la Reserva Regional de Caza «Sierra de la Culebra». Una parte del rebaño se extravió el jueves y los lobos las han ido matando en tres días diferente. Algunas ovejas vistas por los cazadores el sábado y el domingo aparecieron muertas ayer.

Las lobadas se cebaron con la ganadería de ovino de la raza autóctona «castellana» propiedad de Francisco Fernández Domínguez, cuñado del cazador herido por el jabalí.

Los lobos dieron muerte a un total de 31 ovejas e hirieron de más o menos gravedad a otras 25 reses, habiendo varias más desaparecidas. En la lobada murió también el mejor ejemplar de caprino de la ganadería. El chiquero, donde las ovejas duermen de noche, está ubicado en «Poco Fierro», y las ovejas muertas han ido apareciendo por los parajes de «Carba Limpia», «Noviella» y «Cernialba». El ganadero cuenta con alrededor de 950 cabezas.

El ganadero Francisco Fernández Domínguez aseguraba ayer que «estamos en la época de la bellota, se me debió quedar un atajo fuera del chiquero y los lobos han aprovechado la oportunidad».

Medio Ambiente ya ha tomado nota del ataque. Los ganaderos no tienen dudas de que, por la dentellada y que algunas fueron comidas, es obra de lobos. Cifran las pérdidas económicas como poco en 6.250 euros, tomando como referencia un precio mínimo aproximado de 110 euros por cada cabeza. No obstante es difícil de cuantificar ya que muchas de las ovejas estaban preñadas y la época de parida esta cerca. El ganadero, que tiene contratado el correspondiente seguro, afirma que es muy habitual ver los lobos y no es la primera vez que le mata alguna.