El incendio en Roelos, el mayor registrado en la provincia desde el inicio del verano, quemó finalmente 110 hectáreas de pasto y mata de encina. El fuego, que se declaró poco antes de las dos de la tarde del pasado miércoles, se dio por controlado a las 7 de la mañana del jueves y, ayer por la tarde la Junta aún no lo había declarado extinguido.

Al respecto, el delegado territorial de la Junta, Alberto Castro destacó que «se están controlando y extinguiendo los incendios en una superficie limitada gracias a la acción rápida de los trabajadores de la Junta de Castilla y León».

Castro apuntó que el análisis de la evolución de los incendios en la provincia durante la última década permite un optimismo moderado, por la reducción detectada de los siniestros en la presente campaña. «Analizando los últimos diez años parece que hay un atisbo de esperanza de que esa labor de información y educación se está plasmando en un menor número de incendios, como está ocurriendo este verano», afirmó. El responsable de la Junta comentó que el descenso en el número de siniestros «para algunos políticos, especialmente para el señor Manuel Fuentes, es una mala noticia», haciendo referencia al procurador socialista en las Cortes regionales.

Por otro lado, los servicios de extinción se desplazaron la madrugada de ayer al término municipal de Figueruela de Arriba donde se produjo un incendio, declarado a las 3.47 de la madrugada» y que arrasó 14 hectáreas de matorral.

Además dos medios aéreos de Zamora participaron en la extinción de un incendio en Portugal.