El Juzgado Mercantil número 8 de León ha dictado el auto que supone el despido de 52 de los 53 trabajadores de la empresa Pizarras Riofrío, la práctica totalidad de la plantilla, si exceptuamos a una empleada que se mantendrá en las oficinas de El Bierzo, más concretamente en Ponferrada. «Es la crónica de una muerte anunciada que no por esperada es menos dolorosa para todos nosotros, pues somos más de cincuenta familias que nos quedamos en la calle, en tiempos de crisis y en una comarca donde encontrar trabajo ahora mismo es una materia imposible», señalaba ayer un obrero alistano tras pasar a ser uno de los más de cuatro millones de parados en España.

El auto judicial fue recogido el martes en los juzgados leoneses por el delegado regional de Pizarras en Castilla y León de Comisiones Obreras, Jesús Magadán, que ayer se desplazaba hasta tierras alistanas para entregárselo en mano al último representante de los trabajadores Juan Manuel Fernández Chimeno, natural de Palazuelo de las Cuevas, y acto seguido a los nuevos desempleados.

De los 52 despedidos la mayoría son de la provincia de Zamora, pero también hay inmigrantes y de la zona de El Bierzo en León. Entre los zamoranos los hay de pueblos como Riofrío, Sarracín, Abejera, Tábara, Grisuela, Palazuelo, Bercianos, Valer, Ferreruela, Figueruela, Sesnández o Alcañices.

La empresa Pizarras Riofrío se instalaba en Riofrío en 1993 de manos del empresario Plácido Carreras Fernández, llegando en sus mejores momentos a superar los 200 empleados. El declive comenzaba el 9 de septiembre de 2008 cuando solicitaba en los Juzgados de León concurso de acreedores.

Inicialmente las previsiones se preveía que afectaran a una treintena de los 145 trabajadores de Riofrío. No obstante la cosa fue a peor para un grupo empresarial que además de Pizarras Riofrío tenía a «Rocaber» en Anllares (municipio de Páramo del Sil) «Pizarras los Templarios» en Sotillo de la Cabrera (ayuntamiento de Benuza), ambas de León. En 2008 el grupo producía alrededor de 42.500 toneladas y exportaba el 95% fuera de España, lo que permitía en conjunto dar trabajo a 300 personas.

Pizarras Riofrío, tras pasar a ser gestionada por dos administradores judiciales, a mediados de febrero, los obreros eran mandados a sus casas con «permiso retribuido», lo cual les llevó a pensar, así lo reconocieron, «que ya no habría vuelta a la actividad minera, como así ha sido».

El auto judicial dejaba ayer luz verde a los obreros para iniciar los trámites con vistas a solicitar en el Inem la prestación por desempleo, una vez que los administradores judiciales de Pizarras Riofrío les entreguen el imprescindible certificado de los últimos 180 días trabajados en las canteras y en la planta del paraje de «Valdeté» en Riofrío.

Los trabajadores, según han reconocido ellos mismos a este periódico, llevan sin cobrar cuatro meses: diciembre de 2009, y enero, febrero y los 22 días de marzo hasta la extinción del contrato, de 2010. La última nómina pagada fue la de noviembre. Teniendo en cuenta que la empresa carece de fondos económicos la única salida pasará ahora por reclamar las cuatro nómina al Fogasa (Fondo de Garantía Salaria).

Desde Comisiones Obreras, Jesús Magadán, afirma que la causa de los problemas de Pizarras Riofrío no es el banco de pizarra, «pues es bueno. La cantera y la planta son viables». Se da por hecho que se va a ir a la liquidación de la empresa «Pizarras Riofrío» y que la única alternativa es que sea otra empresa la que las adquiera y pueda retomar la actividad. Entre las ventajas esta una cantera, con uno de los filones más grandes y buenos de Castilla y León localizado y abiertos (con reservas para unos 100 años según los técnicos) y unas plantas transformadoras con maquinaria de última generación en algunos de los casos.