Unos seis millones de euros es el beneficio económico, directo e indirecto, que puede generar el turismo ligado al lobo en la Reserva de la Sierra de La Culebra según un estudio de investigación realizado por el madrileño Esteban de la Peña.

«El turismo del lobo: una aproximación a la sostenibilidad turística basada en la figura del lobo en la sierra de La Culebra» es un trabajo de investigación realizado por De la Peña, enmarcado en un curso de doctorado que lleva por epígrafe «los retos del turismo español: reconversión y sostenibilidad». Está integrado en el programa «Crecimiento Económico y Desarrollo Sostenible» del departamento de Economía Aplicada e Historia Económica de la Facultada de Ciencias y Empresariales de la Uned.

La investigación, tutelada por los profesores Carlos Velasco y Enrique San Martín, expone «algunos de los beneficios y oportunidades que puede generar una gestión coherente y sostenible del lobo ibérico, ayudando a preservar la especie como un valor único de nuestros bosques y contribuir al enriquecimiento de la zona». Tal impulso devendría por «la generación de puestos de trabajo, al evitarse la despoblación constante de ese área de Zamora».

Para el estudioso «la idea de un turismo sostenible de calidad, basado en este mamífero, no es sólo viable sino también rentable».

El autor primeramente analiza las debilidades, amenazas, oportunidades y fortalezas que representa el lobo ibérico en la zona de la Sierra de la Culebra, para luego «realizar una estimación de un «Año 0» sobre diferentes actividades que podrían ponerse en marcha para situar este turismo como uno de los más interesantes y sostenibles de nuestro país». Para ello, según explica, «parte del análisis de lo general (datos de visitantes a Zamora durante el año 2008 según la Junta de Castilla y León) a lo particular (estimaciones del porcentaje de visitantes que se verían atraídos por esta tipología de turismo lobero y el gasto medio que realizarían en la zona)».

Esteban de la Peña pone de relieve que «una vez desglosadas todas las posibles actividades (que varían desde los típicos ingresos por pernoctaciones y restauración que representarían el grueso de ingresos pasando por rutas de observación, "merchandising", acuerdos con universidades españolas y extranjeras, etc.), los resultados del estudio preliminar sobre el turismo del lobo estiman unos ingresos superiores a los 3 millones de euros, siempre y cuando se asienten unos patrones de sostenibilidad básicos, así como de comercialización sostenible que favorezcan la generación de dichos ingresos».

El investigador, remitiéndose a estudios sobre el particular, señala que «el gasto medio por visitante con el objetivo de ver al lobo en el Parque Nacional de Yellowstone (EE.UU.) es superior a los 300 euros por visita, mientras que el estudio de la Sierra de la Culebra ofrece una estimación aproximada entorno a los 120 euros de media por visitante (para una estancia media calculada en 2 días)».

Además resalta «otras fuentes de ingresos indirectos adicionales pero que potenciarían la zona ligados a la tipología del turismo del lobo: la observación de aves y otros mamíferos (por ejemplo la berrea del ciervo), observatorio de estrellas, turismo cultural basado en la ruta del románico y yacimientos romanos, etc». Son otra aportación «de ingresos cercanos a los 3 millones de euros». Para Esteban de la Peña «una propuesta turística, debidamente ordenada en su conjunto, podría generar unos ingresos superiores a 6 millones de euros en la zona». Corresponderían «al primer año de referencia como piloto».

? La conclusión principal es que el lobo como canalizador de un formato de turismo sostenible es posible, y que con una buena gestión su rentabilidad económica es indudable teniendo siempre presente los criterios de sostenibilidad que son la base de cualquier turismo de naturaleza.

? El turismo del lobo en España, al igual que cualquier otra tipología basada en la naturaleza, ha de llevarse a cabo bajo la concreción de un ordenamiento legal que vaya de la mano de un planteamiento en desarrollo empresarial. Se han de marcar unas líneas de actuación basadas, entre otras, en la especialización de las actividades, en políticas de educación sobre la especie y en el afianzamiento de la sostenibilidad teniendo presente el ecosistema de cada zona.

? El turismo de observación de lobos, en la Sierra de la Culebra, se incrementa año tras año lo que indica que hemos de fijar una ordenación y regulación de dicho turismo en la zona. La apertura del Centro Temático de Robledo (2011) puede ser una de las bases sólidas para empezar a hablar propiamente de un turismo basado en la presencia del lobo si bien la ordenación necesaria comentada es fundamental para no convertir la zona en un mero «parque de atracciones» que sufra las consecuencias de un turismo masivo y poco especializado .

? Es muy importante fomentar la colaboración con Portugal, puesto que existen claras sinergias que ayudan a que la conservación del lobo sea más eficiente si se acuerdan políticas conjuntas (mayores recursos, mayor espacio de protección del lobo, mayor repercusión e interés internacional, etc.).

? Esteban de la Peña es colaborador del Instituto Jane Goodall España, organización dedicada a la investigación de la vida salvaje, la conservación y la educación ambiental en España y diversos países de África. Entre sus líneas de trabajo destaca también el soporte y asesoría a municipios y entidades territoriales con necesidades de diversificación en el ámbito del ecoturismo y otras actividades relacionadas con el medio natural y la conservación.