La indignación se ha dejado sentir entre los vecinos de Fresno de la Carballeda que, prácticamente de la noche a la mañana, han visto cómo desaparecían los últimos vestigios de la ermita. Fue el pasado 28 de enero, cuando el Ayuntamiento de Mombuey (del que depende el pueblo de Fresno de la Carballeda) decidía, «de forma unilateral y sin comunicación previa a los vecinos» el derribo de la ermita. Según han indicado personas del pueblo, éste edificio constituía «uno de los pocos bienes históricos situados en la localidad, una construcción que llegó a albergar pinturas y elementos artísticos de gran valor natural y que suponía un elemento identificativo de nuestra historia».

Cuentan los vecinos que la razón esgrimida desde el Ayuntamiento para demoler lo que quedaba de la ermita es usar las piedras para la ampliación del cementerio de Fresno de la Carballeda, situado a pocos metros del antiguo templo. «¿Desde cuándo se destruye un bien histórico-cultural para construir un camposanto?», se preguntan. «Entendemos que esto es un sinsentido y una sinrazón que denota la falta de sensibilidad de nuestras autoridades con nuestra cultura».

El alcalde afirma que la escalera se retiró para cimentar una pared «que estaba muy mal» y se volverá a construir

El alcalde del municipio, Jesús Leal Gullón, señaló ayer que la retirada de los restos de la ermita, que llevaban en el abandono decenas de años, fueron utilizados por el constructor «que posiblemente llegó a un acuerdo con el cura o el Obispado» para hacerlo. Respecto a la escalera indicó que es una actuación acogida al convenio con la Junta y la Diputación, aprobada en la anterior legislatura, y se retiró «porque la base de la pared estaba muy mal». Añadió que, cuando hay dinero se construirá un nuevo acceso al campanario.

Según ha manifestado un colectivo de vecinos, la decisión «es una actuación arbitraria y caprichosa que no tiene justificación alguna. Entendemos que es un atentado contra el sentido común y los principios básicos que deben regir a aquellos que se consideran representantes de los ciudadanos».

Y si bien es cierto que la ermita estaba parcialmente derruida, «en vez de apostar por la restauración y el arreglo de un bien histórico-cultural, ha optado por destruirlo por completo con el ruin argumento de ampliar un cementerio. Es decir, que a costa de levantar un murió de piedra, hemos pasado de tener vestigios de un edificio con cientos de años de antigüedad, a tener un solar que supone el fin de parte de nuestras raíces». Este acto de «expolio», como lo han calificado vecinos de Fresno, ha sido puesto en conocimiento del Obispado de Astorga «porque las cosas no pueden quedar así, como si no hubiera pasado nada».

El problema es que «llueve sobre mojado»; los hechos «no son nuevos». Hace año y medio «sufrimos un atentado similar contra el bien más importante de nuestra pedanía, la Iglesia. En 2008, cuatro días después de la concurrida y vacacional Semana Santa, las autoridades pertinentes decidieron, de nuevo con "nocturnidad y alevosía", derribar la escalinata de la Iglesia de San Bartolomé. Lo hicieron sin contar con nadie y pasando por alto que se trata de un monumento representativo del arte románico zamorano y datado en el siglo XII».

Comunican al Obispado de Astorga el «expolio» porque «esto no puede quedar como si nada»

Las protestas no tardaron en llegar, ante lo que los máximos responsables de los hechos se comprometieron a llevar a cabo la reconstrucción de la misma. «A día de hoy, cuando han pasado más de 600 días, ese compromiso no se ha cumplido». Hacen hincapié en que «el argumento para derribar la ermita fue usar las piedras en la ampliación del cementerio», una obra que, según precisan, «está haciendo con el dinero del Plan E, subvencionado por el Gobierno con 18.000 euros». Para los denunciantes, «el cúmulo de expolios» de Fresno de la Carballeda nos han puesto en la obligación de denunciar hechos que atentan contra nuestra cultura, nuestras tradiciones, y que, creemos, van en contra del sentido común, de la ética y del progreso».