Inmersa en los preparativos de última hora, María del Carmen Rodríguez tiene unos minutos para anunciar lo más importante de unas fiestas en las que «no hemos suprimido ni actividades ni festejos populares», y en los que no se cansa de repetir que «todo es gratuito».

—¿Con qué abren las fiestas de este año?

—Al margen de las peñas, que ya están moviéndose por aquí, esta noche tenemos una Noche Flamenca que se ha hecho imprescindible. Nosotros intentamos ver cada año qué es lo que gusta y qué tenemos que renovar, y desde luego, este espectáculo es muy importante para los vecinos de Pajares.

—¿Qué otros argumentos son esenciales en estas celebraciones?

—Además del flamenco, no puede faltar la exhibición de repique de campanas, el desenjaule y el encierro, porque son acogidos con satisfacción por la gente de aquí. En el caso del desenjaule son ya diez ediciones las que hemos celebrado, con la presencia de muchos vecinos de los pueblos cercanos y del resto de la provincia.

—¿Qué hay de las peñas?

—Tenemos muchas. Basta decir que hay niños de seis años que, a la vera de sus padres, empiezan a participar en las peñas. Colaboran con el programa de fiestas y tienen algunas actividades tan originales como el concurso de disfraces. Este año, supongo que habrá más de uno disfrazado de Michael Jackson. Además, no participan por el premio en sí, que está compuesto de cestas de productos de la tierra, sino por pasárselo bien, como todos los años.

—Ha mencionado el encierro, ¿qué tiene de especial?

—Es una actividad con mucha solera. Cuando vienen los caballistas, les recibo con una caja de pastas y aguardiente deseándoles suerte. Y luego nos toca, y en esto me pongo muy pesada, estar cerca para pedir que se respete a los animales y que los coches dejen espacio a los caballos. También tenemos el desenjaule, al estilo tradicional. Hay que destacar que todos estos festejos son de carácter gratuito.

—¿Le hacen caso a sus indicaciones?

—Claro, sí que se respeta. Además, cuando se acaba el festejo, normalmente la gente siempre colabora para meter el ganado. Es decir, que hay buena voluntad por parte de todos para que el encierro sea muy limpio.

—Háblenos de la X Exhibición de Repique de Campanas. ¿Son los jóvenes quienes mantienen viva esta tradición?

—Antes de nada, hay que decir que es un joven de aquí al que hay que agradecerle esta iniciativa que ya tiene una década. José Antonio Ballesteros, tiene ahora algo más de veinte años, y es muy buen tocador. La prueba de ello es que lo llaman de todos los pueblos. Fruto de su empeño y de cómo se ha ido desarrollando esta actividad, este año vienen 29 personas de pueblos de la provincia como San Cebrián, Piedrahita o Morales de Toro, y también de la provincia de León.

—¿No se resienten las campanas de tanto tocarlas?

—La verdad es que estarán toda la tarde del domingo tocando. Pero sí que es cierto que las campanas de la ermita, que es donde hacemos esta exhibición, ha necesitado de algunos cuidados. Nuestra idea es cambiarlas para que den un mejor sonido, pero lo haremos con el tiempo.

—¿Cómo acaba el programa?

—Bueno, tenemos varias cosas, como es la misa que celebramos en honor a la Virgen del Templo. También, el pasacalles, la pelota y un concurso de sogatira entre todas las peñas, para comprobar con qué fuerzas han acabado las celebraciones.

—¿Y con qué fuerza afronta Pajares este difícil año?

—La verdad es que estamos en el ecuador de la legislatura y los proyectos se van sacando adelante. La gente suele medir en estas fechas la labor del Ayuntamiento por las fiestas, aunque yo creo que ha de hacerse durante todos los días del año. Acabamos de poner en marcha una guardería, que ha contado con una docena de niños durante el verano, y esperamos que durante el año tenga siete u ocho. Hemos puesto en macha el programa «Crecemos» y la verdad es que ha tenido mucho éxito. También estamos metidos en proyectos importantes, como la construcción de una depuradora de aguas residuales y un comedor social. Tenemos también en proyecto la creación de un parque biosaludable, ahora que es tan importante para niños y mayores hacer ejercicio al aire libre. Además, vamos a iniciar el cambio de una de las calles pasadas las fiestas, y la renovación del alumbrado por otro de bajo consumo.

—¿Satisfecha entonces?

—La verdad es que sí, porque las obras son lentas, pero están en marcha. En cuanto a las fiestas, hemos intentado hacer un programa ajustado a la situación del momento, en el que todo es gratuito y no hemos restado actividades ni festejos populares.