El candidato de Izquierda Unida a la Presidencia de la Junta de Castilla y León, José Sarrión, planteó ayer un programa "participativo" para que su proyecto se convierta en una "fuerza política de la totalidad" de la sociedad que quiere la transformación, frente al bipartidismo. Este objetivo exige a su juicio una gran "convergencia" con otras formaciones políticas, porque "a solas", continuó, no se llega a ningún sitio.

Sarrió calificó los resultados de las primarias del partido, en el que resultó elegido candidato con el 58,6 por ciento de los votos, de "buenos", sobre todo si se tiene en cuenta que procedía de las "bases de la organización" y que no era un "histórico dirigente".

Su candidatura celebró que ha obtenido un "gran apoyo", frente a la "oficialista" que lideraba José María González, y esto significa en su opinión que la victoria se debe "solo" al discurso y al mensaje trasmitido, así como aseguró que se trata de una candidatura "de unidad" y que representa al 100 por 100 de la organización.

En este sentido y refiriéndose a la posibilidad de contar con el otro candidato y coordinador autonómico del partido para elaborar su proyecto, afirmó que para desarrollarlo "hace falta todo el mundo" y defendió la necesidad de lograr una "unidad interna" para afrontar el objetivo verdadero que les motiva, como es la transformación del país y el acabar con el bipartidismo.