El sacerdote José María Arias Fernández, párroco de Burganes, Olmillos, Bretocino y Friera de Valverde falleció ayer en su pueblo natal, en Cobreros de Sanabria, a la edad de 61 años.

Sus funerales se celebran este mediodía presididos por el Obispo de Astorga, Camilo Lorenzo Iglesias, en la iglesia parroquial de Cobreros de Sanabria para su posterior entierro en el cementerio de esta localidad.

La noticia del fallecimiento del párroco corría de inmediato como la pólvora durante la mañana de ayer en las localidades del valle de Valverde dejando sin palabras a muchos de los vecinos feligreses, sobre todo de Burganes que habían extrañado su ausencia a la misa del atardecer del martes. Precisamente esa ausencia preocupó a los vecinos para saber qué le pasaba a su párroco ya que ni había acudido a decir misa y eso nunca había sucedido, explicaron ayer desde Burganes, ni tenía su coche a la puerta. Las pesquisas dieron por fin que se encontraba en su casa natal, en Cobreros de Sanabria, donde fue encontrado muerto en su cama, a primera hora de la mañana de ayer.

Su cadáver fue trasladado hasta el Instituto Anatómico Forense de la capital zamorana para practicarle la autopsia para conocer la causa del fallecimiento que todo apunta a causas naturales. Sus restos mortales llegaron ayer tarde hasta el velatorio de Puebla de Sanabria por donde han pasado numerosos vecinos de la zona y de las localidades donde ha venido ejerciendo su ministerio público.

En la parroquia de Burganes, al mediodía de ayer se oficiaba un responso en su memoria antes de partir esta mañana hasta la localidad sanabresa para asistir a las exequias fúnebres previstas para las 12:00 horas. Desde Burganes, Olmillos, Bretocino o Friera de Valverde se fletan autobuses esta mañana para acudir a los funerales presididos por el prelado y con la asistencia de numerosos compañeros sacerdotes. El caracter afable del fallecido, su buen hacer como párroco y su extraordinaria delicadeza en el trato, «siempre sonriente» en palabras de la emocionada alcaldesa de Burganes, Atilana Martínez, era ayer corroborado por el resto de primeros ediles de estas localidades del valle de Valverde en las que venía prestando sus servicios desde hace 19 años como pastor de almas.

José María Arias Fernández había nacido en Cobreros de Sanabria el 5 de junio de 1952 y tras su formación para el sacerdocio en el Seminario Conciliar de Astorga, fue ordenado presbítero el 7 de abril de 1979 en la capilla mayor del Seminario por el obispo Antonio Briva Mirabent. Tras ejercer la docencia en el colegio Juan XXIII de Puebla de Sanabria el prelado asturicense lo encargó de las parroquias de Bretocino, Burganes, Friera y Olmillos de Valverde en las que ha venido desempeñando su ministerio pastoral.

El féretro con los restos mortales del párroco José María Arias Fernández llegaron ayer tarde al velatorio de Puebla de Sanabria donde esperaban ya sus familiares y un nutrido grupo de vecinos. Por la capilla ardiente desfilaron representantes municipales, vecinos, amigos, compañeros sacerdotes, alumnos del antiguo colegio diocesano Juan XXIII y feligreses de sus parroquias en la comarca benaventana para dar el último adiós al párroco José María Arias Fernández.

Las banderas de Burganes ondean a media asta y con crespones negros. Las campanas de la iglesia tañeron ayer varias veces en señal de duelo.