Homenajeada año tras año, recibida con cariño entre sus vecinos de Quintanilla de Urz, la localidad donde nacía un 2 de agosto de 1904 , hace ahora 108 años Ascensión Rabanal Juárez, que es ya por derecho la abuela de la provincia de Zamora y ostenta el rango de ser la séptima persona viva más longeva nacida en Castilla y León.

La venerable vecina de Quintanilla de Urz residente habitualmente en Madrid y en verano entre Benavente y su localidad natal, donde recibía el pasado domingo un sentido homenaje de sus vecinos y de la corporación, representada por su alcalde, Andrés Fernández, quien calificaba el acontecimiento como «extraordinario», al igual que el hasta hace poco tiempo párroco del pueblo, Eladio Ferrero. El cura, en la misa de acción de gracias en honor a Ascensión Rabanal, hacía repaso de la azarosa vida de la venerable vecina desde su nacimiento en la casa familiar y el bautizo a los tres días como era constumbre entonces debido al elevado número de fallecimientos de recién nacidos.

Ascensión Rabanal Juárez, se quedó huérfana de padre a los tres años. «Mi madre se quedó sola y embarazada, no sabía nada de la vida. A los tres días dio a luz a mi hermana». Los abuelos maternos fueron a buscarles a Cunquilla de Vidriales, donde tenían la casa, y les llevaron a Quintanilla. «Toda la gente del pueblo fue a ayudar a mi madre a recoger lo que tenía mi padre por el campo., todo el mundo se volcó con nuestra desgracia., creo que hoy en día no pasaría eso», decía la venerable señora quien vive con su hija Felisa, de quien recibe sus cuidados. Ascensión Rabanal tuvo cuatros hijos: Felisa, Abilio, Angel y Pepe, este último ya fallecido, y cuenta con 10 nietos y 3 biznietos. Su deseo más inmediato es ir a ver a su San Isidro querido en la ermita del pueblo. Su hija Felisa y el resto de familiares la van a complacer en estos días de estancia en Quintanilla.