José María Calvo | Escritor

José María Calvo, escritor: "Acuña fue denostado por sus enemigos y quería que él contase su vida en una novela"

"La convivencia entre las tres culturas en Zamora, la Guerra de Sucesión o su embajada en Roma están presentes"

El autor José María Calvo son con su última novela.

El autor José María Calvo son con su última novela. / Ana Burrieza

Natalia Sánchez

Natalia Sánchez

José María Calvo acaba de publicar una novela histórica centrada en el personaje del obispo de Zamora, Antonio de Acuña.

–¿De dónde procede su interés por la figura de Antonio de Acuña?

–Mi interés es de hace tiempo. Con anterioridad he escrito más de doce libros y tenía la intención de escribir una novela histórica. Soy zamorano y me interesaban diversos aspectos como por ejemplo ver cómo era la vida en Zamora en tiempos de Acuña y para entroncar la vida de aquella época encontré a este personaje que será el que nos va contando su vida desde el reinado de Enrique IV hasta que es condenado a muerte por Carlos V. Este personaje nos va narrando cómo era la vida en Castilla e incluso en el Vaticano donde fue embajador. Yo quería, además, ahondar en ciertos temas.

–¿En cuáles?

–La convivencia entre las tres religiones entre las tres culturas principalmente en Zamora. El obispo Acuña, hijo de otro obispo, pasó su infancia y adolescencia en Zamora y conocía a los niños de distintas religiones y observaba si jugaban o no juntos. También me interesaba la verdad que podría haber entre los distintos niños y ver si se mantenía más tarde en la adolescencia y la edad adulta. El obispo Acuña va viendo todas las etapas y nos va contando todo lo que ocurría Zamora en distintos episodios históricos como la Guerra de Sucesión, en la que yo personalmente creo que participó. Aunque no lo dice la historia y es una novela histórica se narra aquello que ocurrió y lo que pudo haber ocurrido. Él como caballero de la orden de Alcántara estando en Zamora con su tío, que participó con los condes de Alba y Aliste en la contienda, también tendría que participar en la batalla de Toro donde los Reyes Católicos ganaron.

–¿Qué más licencia se permite?

–Antonio de Acuña llega a Roma porque lo lleva su tío Francisco y en Roma está en el grupo del papa Borgia, el papa español Alejandro VI. Acuña se entrevista con muchísimos cardenales para que le voten y el español salga papa, quien se lo agradece haciéndole participar en el tratado de Tordesillas. En el libro hay unas conversaciones muy interesantes de este hombre que es obispo, diplomático etc.

–¿Qué Antonio Acuña presenta usted?

–Acerco a un Antonio de Acuña obispo y también capitán. Para hacer lo segundo primeramente tuvo que ser mitrado. Además es el único obispo que se revela y se une a los comuneros para luchar por una causa que él defiende a lo largo de la novela. En el texto el personaje dice que sus únicos propósitos en esta vida son Dios, la Iglesia y el pueblo. El compromiso con su pueblo le llevó sumase a la revuelta de las comunas. Yo no hablo de que si el movimiento común era fue el origen republicanismo o si procede de la primera Escuela de Salamanca yo simplemente en la novela acerco a este hombre que tuvo una importancia fundamental.

–¿Con este personaje tan vinculado con la historia de Zamora salda una deuda con su tierra?

–Sí porque me siento muy zamorano. En la novena un caballero zamorano Hernando de Porras es el que desde Zamora, pasando por Toro, se va a Simancas donde está detenido Antonio de Acuña y le visita el día antes de su ejecución. Este Porras existió, aunque lo que yo cuente tenga mucho de ficticio. Este noble zamorano es la excusa para el obispo cuenta toda su historia sin callarse.

–Desde su punto de vista, Antonio Acuña ¿es poco conocido?

–Es una figura muy poco conocida y mal conocida. Yo soy de filosofía y dejo que cada persona piense por sí misma, uno saque sus propias conclusiones, cuando algo dice algo bueno o algo malo depende de quién lo escribe y la historia la escriben los vencedores. Yo narro la historia que él cuenta, pero no creo en la objetividad en ningún aspecto y no creo que nadie tenga la verdad. En esta novela el obispo cuenta su verdad.

En primer término la novela y al fondo su autor José María Calvo.

En primer término la novela y al fondo su autor José María Calvo. / Ana Burrieza

–Para su escritura ¿se ha documentado mucho?

–Sí. Es el libro que más tiempo que ha llevado preparar porque es una novela histórica cuando yo estaba acostumbrado a escribir novelas educativas o el libro que hice sobre mi pueblo, Villamor de los Escuderos, u otro escrito al Escorial. Para esta novela tuve que investigar en el Archivo de Simancas, en el de la Catedral, en el Archivo Histórico de Zamora y gente que me ha ayudado. También he leído a autores como Cesáreo Fernández Duro.

–Tras esta novela histórica ¿hay alguna finalidad?

–Sí, ver si la historia que me contaron de niño, cuando recibí una educación en humanidades, era verdad o sigue siendo contada por los vencedores. También quiero exponer la vida de Acuña en "Don Antonio de Acuña: obispo y capitán", quien ha sido muy denostado por sus enemigos.

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