Moda de siglos en Zamora, nada que ver con Zara

El foro de artesanos del bordado, que reúne 24 stands en la Plaza de Viriato, reivindica el valor de la vestimenta de los antepasados en el Festival de Indumentaria Tradicional

Trajes tradicionales de Viana do Castelo (Portugal) que se mostraron ayer en el IV Festival Internacional de Indumentaria Tradicional. | Alba Prieto

Trajes tradicionales de Viana do Castelo (Portugal) que se mostraron ayer en el IV Festival Internacional de Indumentaria Tradicional. | Alba Prieto / Alberto Ferreras

Es una moda que se ha mantenido durante siglos y nada tiene que ver con la de Zara y menos aún con la de Primark, aunque solo sea por la durabilidad de la ropa.

En el primer caso son prendas que sirven para toda una vida y más, que se heredan de padres a hijos y de generación en generación mientras que en las grandes cadenas de ropa actual lo que impera es el cambio de look temporada tras temporada.

Siguiendo los cánones de la vestimenta ligada a la etnografía, el foro de artesanos del bordado que se celebra este fin de semana en la plaza de Viriato con motivo del IV Festival Internacional de Indumentaria Tradicional ha reivindicado el valor de los trajes típicos y la vestimenta hecha como la de nuestros antepasados.

Uno de los expositores del foro de artesanos del bordado. | Alba Prieto

Uno de los expositores del foro de artesanos del bordado. | Alba Prieto / Alberto Ferreras

"Esto no tiene nada que ver con un traje de Zara", confiesa Sergio Martín, uno de los artesanos del bordado y las labores tradicionales realizadas a mano presentes en el evento. El material con el que se confecciona la indumentaria tradicional es "lo mejor que hay en el mercado", subraya este salmantino que regenta junto a su hermano la tienda de vestimenta tradicional Caireles, y que para sus trajes utiliza "paño de Béjar, lino natural, lentejuelas metálicas e hilo de algodón".

Vestimenta tradicional portuguesa.| Alba Prieto

Vestimenta tradicional portuguesa.| Alba Prieto / Alberto Ferreras

Eso y la laboriosa mano de obra necesaria para este tipo de confección en el que predomina el bordado y todo está hecho a mano conlleva que los precios no sean precisamente baratos y más que a una prenda de Zara se asemejen a los de una de alta costura. Un traje sencillo por 2.000 euros pero los hay que cuestan hasta 12.000 y 15.000 euros porque llevan hasta dos años de trabajo. "Al final el coste depende de las horas que hagas", explica.

Expositores de la plaza de Viriato. | Alba Prieto

Expositores de la plaza de Viriato. | Alba Prieto / Alberto Ferreras

Pese a todo, según reconoce Diego Noel, llegado al foro desde León, el bordado y las puntadas de hilo para confeccionar las prendas son "labores que no están suficientemente pagadas". Como ejemplo pone el del mandil que borda mientras habla. Cuesta 250 euros, pero conlleva hasta diez días de trabajo.

Eso sí, su compañera María Jesús Gil reconoce que cuando terminas de hacer una prenda tradicional sientes una gran satisfacción, la recompensa del trabajo bien hecho.

Más asequible en precio resulta, en proporción a su tamaño, la típica capa parda alistana. La modista de Bercianos de Aliste María Pérez Blanco se ofrece en su puesto de la plaza de Viriato a recoger encargos por entre 750 y 800 euros por capa, y eso que elaborarla le lleva hasta quince días de labor y además tiene que adquirir el paño, que no es barato.

El stand de los burgaleses Orbace & Manflor.| Alba Prieto

El stand de los burgaleses Orbace & Manflor.| Alba Prieto / Alberto Ferreras

Además de vestimentas y complementos, en la feria de artesanos del bordado de este fin de semana se puede adquirir calzado tradicional y joyería etnográfica. No sólo de las provincias de la región leonesa, también de Valladolid, Burgos, Palencia, Madrid, Cáceres o Zaragoza.

Todo ello como complemento de un festival de indumentaria tradicional que culmina este domingo con los últimos trajes que desfilan en el Teatro Ramos Carrión.

El promotor del evento y presidente de la agrupación La Morana, Francisco Iglesias, se muestra satisfecho con el desarrollo de esta cuarta edición y recuerda que son cerca de cuatrocientos los trajes típicos que se han podido ver en ella.

Todo un fondo de armario que nada tiene que envidiar al de Amancio Ortega.

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