Entrevista | Aquiles Machano Tenor

"Los espacios alternativos y pequeños representan el futuro de la ópera"

"Mi compromiso con el público, con la profesión, con el arte que desarrollo y con la propia música se ha acentuado con los años"

Aquiles Machado

Aquiles Machado / Cedida

Natalia Sánchez

Natalia Sánchez

Aquiles Machado comenzó sus estudios en Caracas y posteriormente continuó su formación en España de la mano de Alfredo Kraus. Ha cantado en los teatros más importantes del mundo, entre ellos La Scala de Milán. El viernes día 4 de agosto, este tenor, que ha sido dirigido por grandes maestros, cantará junto a la soprano Miren Urbieta-Vega y la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, todos bajo la batuta del maestro Alberto Cubero, en la plaza de la Catedral en el festival Little Opera.

–Será uno de los artistas que participará en la gala de apertura en la capital del Festival Internacional de Ópera de Cámara de Zamora, Little Opera.

–Estoy feliz porque se trata de un festival que está creciendo mucho y que tiene lugar en espacios nuevos y alternativos lo que para la ópera es importante. Desde mi sensación particular, creo que todos los espacios pequeños y espacios alternativos representan el futuro del género. La concentración de la ópera cada vez más en espacios más grandes es algo que no le favorece. Ofrecer ópera solo en dos o tres espacios en España no le da la oportunidad al público de acercarse y de entenderla por muchas razones, entre las que figuran el punto de vista económico porque no es lo mismo pagar una entrada que supera los 200 euros que una que cuesta 30 ó 15 euros en una ciudad cercana a donde uno reside, lo que también da cabida a los artistas locales y a las nuevas generaciones que vienen empujando.

–¿Respalda iniciativas como las que ha llevado a cabo recientemente el Teatro Real de retransmitir una ópera en teatros y espacios culturales de España o lo que hacen muchos cines de emitir en directo algunas producciones operísticas?

–Sin duda son actividades favorables para la ópera, pero no creo que vaya por ahí el futuro de la ópera, dado que es un espectáculo que hay que vivirse en vivo. No tiene nada que ver una ópera en un cine, donde la observación ya está predefinida y se va a lo que quiere un determinado director que la transmite. La ópera es un espectáculo global, donde a lo mejor tú asistes y escuchas la voz del cantante y de repente una luz que hay o un lugar específico de la escenografía te transmite a otro nivel de sensibilidad. La maravilla de la ópera es que se puede vivir en conjunto y además de manera individual como sensación y sentimiento.

Aquiles Machado en una actuación

Aquiles Machado en una actuación / Cedida

–Los espacios alternativos para realizarla ¿rompen con la barrera para acercarse al género?

–Principalmente y es algo muy importante. Además, creo que la magia de la ópera se produce básicamente dentro de la imaginación del espectador. Vamos a producciones y espectáculos muchísimo más elaborados y concretos que ganan en belleza y precisión, pero se pierde el mundo de la abstracción, ese mundo mágico que creo que es el que es importante y eso lo rescatan los espacios alternativos. Esa carestía que, a veces se ve como un problema, si se trabaja con la imaginación y la creatividad nos devuelve esa magia de que un pedazo de cartón es El Escorial.

–Por lo tanto el público también pasa a ser activo no solo receptivo.

–Sí también es algo fundamental. La llamada al público nuevo no tiene que ser solo poniendo las cosas más fáciles o vaciándolas de contenido para darles un discurso digerible y sencillo que parezca TikTok, sino planteando retos importantes para el público y eso es algo que es relevante porque de ello depende que la sociedad misma reflexione sobre sí misma.

Cartel de la gala

Cartel de la gala / Cedida

–Usted también es programador, ¿resulta más laborioso que el espectador acuda a ver una función?

–Todo es entablar un diálogo con el público y hay que hacer una doble lectura de lo que el público necesita. Yo estoy convencido de que no puedes proponer a un público que no entiende el género la obra de "Jenofa" en la primera sesión del programa porque estás abocado al fracaso. Desde mi punto de vista, hay que hacer un recorrido interesante e igualmente pienso que es absurdo mostrar "Rigoletto" vestido de astronauta si no conocen al original. No es necesario invertir millones en un espectáculo para comunicar con él.

Aquiles Machado

Aquiles Machado / Cedida

–Alude a la comunicación con el público, ¿mediante qué piezas entablarán el diálogo con el público de Zamora?

–La gala ofrece un repertorio bastante variado y para mí complicado (risas). La gente va a disfrutar porque vamos a interpretar repertorio francés e italiano, hay mucho verista y clásico... tenemos un poco de todo. Además hay algunas piezas que son casi estrenos como "Tributo a Zamora". Me entusiasma, además, compartir escenario con Miren Urbieta-Vega, una soprano muy joven. Es una voz a la que he venido siguiendo desde hace un tiempo y que tiene un futuro prometedor. La gala ofrece a un público no acostumbrado la ventaja de la duración, ya que brinda algunas de las partes más hermosas de las óperas y no sufre agotamiento de placer (risas).

–¿Qué supone para usted actuaciones como la de Zamora?

–Cada vez que te subes a un escenario es un enorme compromiso. No creo que haya sitios más importantes que otros. La música solo tiene dos formas de hacerse, o bien o mal. El compromiso siempre es al máximo y la responsabilidad es siempre enorme tanto con el público sino también con la música misma, eso supone un respeto a la profesión y al arte que desarrollo. Un compromiso que se ha agudizado con los años. Cuando empezaba no era consciente del legado que manejábamos. La ópera tiene una capacidad de conexión con la gente, porque es una de las expresiones más hermosas de la música, y porque tiene contenidos vinculados con las vivencias, los dramas humanos o del pensamiento filosófico, entre otros aspectos. Uno además de ser un intérprete está encargado de hacer una reflexión sobre lo que está diciendo. Tienes que tener una idea clara de lo que uno opina sobre lo que está cantado, para lo que es importante sentarse un rato en el piano y otro rato, en la biblioteca.

El maestro Alfredo Kraus nos dio una de las enseñanzas más importantes que yo he recibido, vivir lo que hacemos con una enorme dignidad

–¿Qué importancia tuvo para usted el maestro Alfredo Kraus?

–Mucha, fue importantísimo para todos sus alumnos y nos apoyó mientras que estuvo entre nosotros y a su modo, desde el más allá, nos sigue ayudando. Él nos dio una de las enseñanzas más importantes que yo he recibido, vivir lo que hacemos con una enorme dignidad. Así uno va a la cama con la conciencia tranquila.

–¿En qué momento vocal se encuentra?

–Yo soy consciente de que he llegado a mi madurez vocal y estoy contento de poder seguir trabajando y cantando. Estoy abordando un repertorio dramático que llevo toda la vida esperando para hacer y que espero que los teatros se animen para invitarme a actuar (risas). Es el momento de poder cantar un aria de "Payaso" y algún "Otelo" y alguna obra del repertorio verista más densa.

Programa del festival

Programa del festival / Cedida

–Usted ha declarado que ha recibido muchos noes para conseguir algunos síes. ¿Su carrera ha sido de pico y pala?

–Yo nunca lo he tenido fácil. Toda actuación conlleva una apreciación personal, a unos gustará mucho y a otros nada, lo importante es poder vivir con ello. Hay gente que se deprime mucho y que se rinde. A mí me ha tocado recibir respuestas negativas, pero lo importante es no rendirse, no cansarse... lo que yo amo hacer es cantar y dejarlo de hacer porque alguien me diga que no, me parece realmente muy triste. Independientemente de que llegues a cantar en el Metropolitan Opera House, tienes que pensar que haces día tras día aquello que amas y buscar en ello lo que te permite vivir feliz, estudiar y seguir prepararte. El Metropolitan, no deja de ser un montón de ladrillos, lo importante es aquello que tú haces con tu vida. Yo he cantado en el Metropolitan, pero antes lo hice en muchos sitios y sigo haciéndolo. Uno no puede desconectar de lo que le rodea, tiene que seguir cantando en otros lugares y ante las personas que le rodean.

–En esta conexión ¿resultan fundamentales las clases magistrales que imparte?

–Por supuesto. Descubrí hace unos diez años la vocación docente y la idea de transmitir lo que uno sabe, no solo a nivel técnico y musical, sino su experiencia de recorrido es importante para las nuevas generaciones que creen que el éxito va a llegar rápidamente.

Es fundamental que se realicen actividades infantiles aprovechando las muchas posibilidades trasversales que la ópera ofrece

–También aproxima la ópera a públicos infantiles.

–Siempre tengo en mente a los niños y trabajo como director artístico en un proyecto educativo desde hace más de cinco años. Hace años tuve una experiencia con "Rigoletto" para niños en el que hacía del duque de Mantua. Cuando mis compañeros salieron a saludar les aplaudían y cuando lo hice yo, me abuchearon. Luego me explicaron que los niños reaccionaban así en función de la maldad de los personajes. Esa experiencia me pareció tan sincera que me hizo ver que los niños viven las emociones de la ópera de otra forma. El futuro del género pasa por cómo les incorporemos a ella. Creo que es fundamental que se realicen actividades infantiles aprovechando las muchas posibilidades trasversales que la ópera ofrece.

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