Desde hace unos meses, Eugenio Cuadrado Benéitez, Delhy Tejero, Federico Cantero Villamil y Miguel Manzano se han hecho un hueco en las calles de Zamora. Un pequeño hueco en un lugar poco común para los retratos: cuadros eléctricos. Se trata de una intervención, a propuesta del Ayuntamiento, del artista zamorano Saúl Alija, quien ayer relató esta singular experiencia con el arte a los alumnos de la Universidad de la Experiencia en el salón de actos del Campus Viriato de Zamora.

“Mi proyecto se basa en una obra postmoderna”, describe el autor, quien detalla que usa la teatralidad del barroco y su floritura sin espacios vacíos “para darle una fuerza especial a los personajes que he retratado, que además parecen que te están observando”, reconoce el autor.

Protagonistas de la ciudad con tintes postmodernistas

Además de otorgar protagonismo a cuatro personajes que el pintor considera “poco conocidos” por los zamoranos, estos retratos —que también tienen su inspiración en los grafiti de los años ochenta por la forma en la que utiliza la pintura y con referencias incluso al cómic— quieren reflejar incluso la psicología de los protagonistas “consiguiendo un retrato más familiar y más íntimo. Para ello, me he empapado de las biografías de los cuatro”, revela.

Público asistente a la conferencia de Saúl Alija en el Campus Viriato. EMILIO FRAILE

Cercano también al feísmo, Alija considera que la fealdad en el arte “se está viviendo hoy en día y se puede ver como una virtud. Me he querido, por tanto, distanciar del retrato de corte, aunque mantenga la escenografía y teatralidad del barroco para llevarlo a un retrato psicológico en la calle, huyendo así de la idea de que un cuadro debe estar en un museo, llevándolo al aire libre”, subraya.