El seminario de San Atilano acogió ayer el encuentro de Educación de Calle, en el que han participado 200 jóvenes de Castilla y León y Navarra, en celebración del 20 Aniversario del proyecto.

Al acto asistieron Inmaculada Lucas, concejala de Servicios Sociales; José Manuel del Barrio, presidente de Cruz Roja en Zamora; y Justino Santiago, director del Centro Menesianos.

Desde las tres instituciones felicitaron la labor que hace el programa. En palabras de Lucas “desde la concejalía vemos como los servicios sociales son un servicio de urgencias, cuando llegan los casos todos son para ayer, porque el problema ya está presente”. Por este motivo, sostiene que “si hay una buena educación, llegaremos al punto de estar a tiempo, de atender los problemas a tiempo”.

Público asistente al evento de Educación de Calle. | Emilio Fraile

Santiago reformuló la cita de Eduardo Galeano, convirtiéndola en “mucha gente grande, en lugares preciosos como Zamora, haciendo cosas extraordinarias cada día, como es la prevención desde la educación de calle, están cambiando el mundo”.

Posteriormente, se inició una mesa redonda en la que educadores sociales y antiguos usuarios del programa contaron su experiencia desde ambos caminos. Entre estos últimos, Santi, recordó su adolescencia, en la que “creía que me iba a comer el mundo, y no me daba cuenta de que el mundo me estaba comiendo a mi”. Por ello, agradeció a María y Víctor, los antiguos educadores de su barrio, lo que hicieron por él. Por su parte, Víctor, otro antiguo beneficiario, definió el programa como una brújula, “te dan las herramientas con las que encontrar tu camino y te ayudan a recorrerlo”. Así, animaron a los presentes a confiar en los educadores y en ellos mismos, a tener esperanza por lo que viene, porque tienen talento y llegarán alto.

Recordaron también la época del confinamiento, en la que sintieron realmente cual era el alcance del proyecto, “nos venían a visitar, nos llamaban, estaban siempre pendientes, en un momento que cundía el caos, ahí nos dimos cuenta de que realmente les importábamos, que no solo era su trabajo, que formábamos parte de su vida”.

Para amenizar la jornada, varios jóvenes organizaron una serie de actuaciones musicales con las que llenaron de energía el evento.