Conseguir una tarifa razonable de gas o electricidad es imprescindible para evitar sorpresas este invierno, pero también es evitar un uso irracional de la energía, con algunos sencillos trucos puedes conseguir amortizar mejor el gasto de tu caldera ayudando a calentar tu casa.

  1. No te olvides de purgar. Si hay burbujas de aire dentro, tus radiadores no se calentarán lo suficiente. Abre las llaves al menos una vez al año, antes de poner la calefacción por primera vez en otoño.
  2. Ventilación. Siempre es sano renovar el aire de casa. Hazlo cuando te levantes, fuera hace frío, pero si esperas a mediodía perderás el calor acumulado en casa durante toda la mañana.
  3. Libera tus radiadores. Poner la colada a secar encima de los radiadores puede ser tentador, sobre todo cuando llueve fuera. Pero el calor no se repartirá por toda la estancia. Mejor cuelga tu ropa en un tendedero, tardará más, pero ahorrarás dinero en la factura. Tampoco tengas nunca muebles delante ni alrededor de tus radiadores. Deja que el aire caliente fluya por toda la estancia.
  4. Juega con las persianas. Por el día, deja que entre la luz natural en tu casa. Zamora es fría en invierno, pero suele hacer sol y ayudará a calentar tu casa. En cuanto anochece, baja las persianas para evitar la fuga de calor hacia el exterior.
  5. Temperatura estable. Los expertos recomiendan mantener el termostato todo el año a la misma temperatura, entre 18 y 20 grados. Aunque depende mucho del tipo de calefacción, dejar enfriar la casa por la noche para luego volverla a calentar suele requerir más energía que mantenerla todo el tiempo a cierta temperatura.
  6. Abrígate. No se trata de ir con forro polar para no encender la calefacción, pero tampoco hace falta que conviertas tu salón en una sauna finlandesa. En invierno, lleva ropa abrigada dentro de casa y te evitarás subir dos o tres grados el termostato.