Dos conductores zamoranos terminaron detenidos tras darse a la fuga para eludir a la Policía Municipal, acusados de conducción temeraria, uno tras un posible consumo excesivo de alcohol y el otro bajo los efectos de la cocaína y del cannabis, según el atestado de los agentes que localizaron dos bolsas con coca y una navaja de grandes dimensiones en el vehículo de este ultimo, arrestado hace unos días en la capital zamorana.

Con este individuo que circulaba drogado iba un menor de edad en la parte delantera del turismo, quien insultó a los agentes y mostró un comportamiento agresivo hacia ellos, por lo que pasó a disposición de la Fiscalía de Menores para que tome medidas, según la información facilitada por la concejala de IU de Seguridad Ciudadana, Concha Rosales.

Velocidad y reventón

El reventón de la rueda derecha y del eje de la misma dejó clavado en la carretera al conductor que iba con el menor, a pesar de lo que continuaba acelerando en el intento de dejar atrás a la patrulla de la Policía Municipal que le perseguía desde la avenida de las Tres Cruces, de acuerdo con los datos facilitados por la responsable de Seguridad Ciudadana. Minutos antes, el avistamiento de varios agentes que desmontaban un control de alcoholemia en Tres Cruces, a las 1.34 horas del domingo, colocó en alerta y aumentó el nerviosismo del zamorano que iba al volante del turismo. Y no dudó en pisar el pedal para sobrepasarlos a gran velocidad.

Ni las señales lumínicas de la Policía Local ni la persecución que emprendió de inmediato consiguieron disuadir al conductor que se dirigió a la salida de la capital cada vez a mayor velocidad hasta que su automóvil se paró en seco por la grave avería. Los agentes tuvieron que reducir al hombre que dio positivo en el test de drogas, a cannabis y a cocaína.

El individuo portaba una navaja de grandes dimensiones que fue requisada por la Policía Local, cuyos agentes hallaron dos bolsas con cocaína al registrar el turismo. El conductor fue detenido por dos delitos contra la Seguridad del Tráfico, conducción temeraria e ir al volante bajo los efectos de las drogas; por otro de resistencia a la autoridad y por portar un arma blanca.

Un rally por media ciudad

El otro detenido por conducir a gran velocidad había cogido su vehículo en la calle de Villalpando, a pesar de que algunos de los presentes le advirtieron de que no estaba en condiciones de circular porque había estado, al parecer, consumiendo alcohol. Incluso, intentaron disuadirle, pero sin éxito, por lo que, al verle subir en su vehículo, un ciudadano decidió llamar al 1 1 2, a las 20.15 horas del miércoles, por lo que la Policía Municipal acudió a la zona. Dieron el alto al zamorano que no solo siguió su camino por la travesía de Cardenal Cisneros, sino que emprendió una huida sin reparar en semáforos ni en las señales luminosas de la patrulla de policía.

La fuga le llevó hasta la avenida de Requejo y terminó en la de Salamanca, en el barrio de Pinilla, ya cerca de Cabañales, donde los agentes pudieron detenerle, no sin que antes causara lesiones a uno de ellos y daños a tres vehículos de la Policía Municipal que le cortaron el paso, y de varios particulares. Se negó a realizar la prueba de alcoholemia, lo que constituye un delito e impide confirmar que iba ebrio. Pasó la noche en el calabozo de la Policía Nacional y el Juzgado de Guardia le dejó en libertad con cargos tras prestar declaración.

Este conductor se enfrenta a dos delitos contra la Seguridad Vial, uno por conducir bajo los efectos de las drogas y otro por conducción temeraria al circular a gran velocidad poniendo en peligro la vida de otras personas. Asimismo, tendrá que responder de otra infracción penal ante el juez al haberse resistido a los policías municipales que les interceptaron y les arrestaron y lesionado a uno; y por daños a tres vehículos de la Policía Municipal y a otros turismos con los que ser topó en su huida.