Los tramos sin desdoblar de la carretera N-122 en la provincia de Zamora soportaron cada día del pasado 2021 una intensidad de tráfico de 10.000 vehículos. Todo ello, en un escenario pandémico en el que el número de viajes se redujo sustancialmente respecto a antes del estallido de la crisis sanitaria. Dos puntos de control situados en los kilómetros 495 y 538 de esta arteria son los encargados de contabilizar el trasiego de una ruta peligrosa, especialmente para los vecinos de las localidades situadas en su camino y que no tienen otra manera de moverse. En este 2022 se cumplen 25 años desde el inicio de las obras de la Autovía del Duero, pero Zamora sigue esperando su conexión con Portugal mientras lamenta, ejercicio tras ejercicio, víctimas sobre el asfalto.

El proyecto de la autovía A-11 que arrancó en 1997 tenía como principal objetivo vertebrar de este a oeste la comunidad autónoma de Castilla y León, pero también facilitar el trasiego de la que es la principal ruta de comunicación para el transporte por carretera entre Francia y el norte de Portugal. Sin embargo, nada de esto ha servido para acelerar unos trabajos que se han enquistado en distintos puntos de la región y que han terminado con la paciencia de los municipios afectados.

La necesidad de su conclusión se plasma en los datos de siniestralidad y puntos negros de la carretera en los tramos en que no se ha construido la autovía, que la convierten en una de las más peligrosas de España. Y también hablan claro las cifras de aforo. En el año 2021, según datos recopilados hasta diciembre por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) a los que ha tenido acceso Efe, el control en cuatro puntos de los tramos no desdoblados de la N-122 sumaba 9.956 vehículos de media diaria.

En esas estaciones de medición, situadas en los kilómetros 212 (tramo Soria-El Burgo de Osma), 309 (tramo Tudela de Duero-Peñafiel), 495 y 538 (ambos en el tramo Zamora-frontera con Portugal), los lunes se llegaba a los 11.207 vehículos de media diaria.

Un año antes, en 2020, pese a la pandemia y las restricciones de movilidad, circularon por esos mismos puntos de la N-122 entre Soria y la frontera de Zamora con Portugal 9.014 vehículos y si se suman los datos de otras cuatro estaciones de medición de aforo situadas en esos tramos y en el de El Burgo de Osma-Aranda de Duero se alcanzaron los 25.017 vehículos entre todas ellas. En esos ocho puntos de control de la N-122 (ubicados en los kilómetros 161, 212, 220, 259, 309, 466, 495 y 538) en un año sin pandemia como 2019 se llegaron a los 31.703 vehículos diarios y en 2018 a los 31.104, según los datos del Mitma.

Todo el trazado de la Autovía del Duero entre Soria y la frontera con Portugal, excluido el tramo Valladolid-Tordesillas compartido con la Autovía de Castilla, suma 350 kilómetros, de los que 135 están en servicio, 60 en obras y los 155 restantes en fase de licitación de obras o de redacción de proyectos. Sin máquinas a la vista se encuentran el tramo soriano Los Rábanos-La Mallona, el que comunica la localidad soriana de Langa de Duero con la burgalesa de Aranda de Duero, el que transcurre entre Aranda de Duero y el municipio vallisoletano de Quintanilla de Arriba y los cuatro tramos entre la ciudad de Zamora y la frontera con Portugal.

Todos ellos, a excepción de los dos más cercanos a la frontera con Portugal, tienen cantidades testimoniales de 100.000 euros cada uno en los Presupuestos Generales del Estado de 2022.