Sin tiempo para digerir los polvorones, a algún político le tocará tragar con su desaparición o su caída en las listas electorales para las elecciones autonómicas que se celebrarán en menos de 50 días. Los partidos tendrán que cerrar sus candidaturas en las próximos fechas y presentarlas oficialmente entre el 5 y el 9 de enero, unos plazos que están obligando a sus responsables a mezclar los compromisos festivos con la labor propia de su cargo. Nada grave, pero sí un tanto incómodo. A nadie le gusta recibir malas noticias mientras su cuñado canta villancicos.

En todo caso, la previsión en Zamora es que los partidos introduzcan algunos cambios en las listas de la circunscripción, pero nada excesivamente radical. Al menos, en lo tocante a los dos actores del bipartidismo, el PSOE y el Partido Popular. La continuidad de Luis Tudanca y Alfonso Fernández Mañueco como aspirantes a nivel autonómico refuerza a sus personas de confianza en el plano provincial, y dibuja un panorama sin muchos sustos, aunque todo este tipo de movimientos deja siempre alguna víctima por el camino.

En el PSOE, todo apunta a que las sorpresas, si llegan, afectarán a cualquier puesto menos al primero de la lista por Zamora. Ana Sánchez eleva su ascendencia por encima de la escena provincial y se sitúa al pie de Tudanca como uno de los referentes del proyecto autonómico socialista. No en vano, la dirigente zamorana es la secretaria de Organización del partido en la comunidad y se ha erigido como uno de los rostros visibles de la oposición al bipartito que formaron el PP y Ciudadanos.

Con este panorama, el propio secretario general del PSOE de Zamora, Antidio Fagúndez, reconoció, en declaraciones a este medio, que propondrá a Ana Sánchez como cabeza de lista a las Cortes por la provincia. A partir de ahí, serán los órganos del partido quienes decidan si esa idea sale adelante, aunque el estatus interno de la candidata convierte ese proceso interno en poco más de un trámite.

A partir de ahí, habrá que ver lo que ocurre con el resto de la lista. Zamora escoge siete procuradores para las Cortes, y el PSOE parte con la aspiración realista de lograr tres de esos asientos, salvo que medien sorpresas positivas o negativas. De ahí que los dos nombres que aparezcan a continuación de Sánchez en las listas sean los que cuenten con más opciones de formar parte del nuevo parlamento autonómico. En 2019, esas plazas fueron para José Ignacio Martín Benito e Inmaculada García Rioja, aunque esta última abandonó su escaño antes de tiempo para dejarle su lugar a Carlos Fernández, que tomó posesión en 2020.

Aquí, el problema para el PSOE es que su propio sistema le obliga a confeccionar listas cremallera. Es decir, que si Ana Sánchez encabeza la candidatura, el número dos debe ser un hombre y el tres, una mujer. Bajo esa premisa, uno de los dos procuradores actuales debería abandonar los puestos de salida para dar paso a una compañera.

Isabel Blanco, junto a Mañueco y otros dirigentes locales, el viernes 17 de diciembre. | Jose Luis Fernández

Mientras los socialistas dirimen esta cuestión, el Partido Popular define su propia estrategia. Algunas de las fuentes consultadas apuntaban a la posibilidad de que Leticia García repitiera como cabeza de lista. No en vano, se trata de la portavoz de la organización en Zamora y ha ido ganando protagonismo en las Cortes autonómicas a medida que ha ido avanzando la legislatura.

Sin embargo, otras personas con poder dentro del PP señalan que lo más probable es que la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, sea quien encabece la candidatura. Los populares pretenden vender la gestión como el mejor aval para continuar al frente de la Junta, y los responsables de las áreas tienen mucho que decir en esa estrategia.

La entrada de Blanco en las listas desplazaría a Leticia García hacia la segunda posición, un lugar que garantizaría, salvo hecatombe, la continuidad de la portavoz del PP zamorano en las Cortes. De hecho, los populares, como el PSOE, se encaminan hacia un horizonte de tres procuradores por la circunscripción. Actualmente, Óscar Reguera y Alberto Castro completan la nómina de representantes en el parlamento regional, por lo que al menos uno vería peligrar seriamente su asiento. Eso, si no hay abandonos voluntarios.

Fuera del bipartidismo, una de las incógnitas que se abre es la de Ciudadanos. El partido naranja logró, hace dos años y medio, la plaza que dejaron libre el PP y el PSOE de la provincia en las Cortes. Ese espacio lo ocupó María Teresa Gago, que sigue “casi en shock” por lo ocurrido durante los últimos días, pero que se coloca “a disposición del partido” para repetir como cabeza de lista por la circunscripción. Su preferencia es que Francisco Igea sea el candidato a la presidencia de la Junta, “tras un trabajo encomiable”; ahora bien, reconoce que también respaldaría a Gemma Villarroel.

Lo que está por ver es si el partido decide que Gago es la persona más adecuada para representar a Ciudadanos en este nuevo proceso, aunque lo cierto es que las opciones de que repitiera como procuradora son remotas. Las encuestas auguran tiempos difíciles para los liberales y abren la puerta de las Cortes a la ultraderecha. Vox parte con opciones de obtener el séptimo procurador en liza por la provincia, sin que haya trascendido hasta la fecha quién puede ser su candidato. A la vista de los precedentes, esa variable importa poco. La marca tira del votante independientemente de la persona.

En este escenario, otra de las cuestiones que condiciona el tablero es la decisión de la Zamora Vaciada sobre concurrir al proceso electoral o mantenerse al margen. Fuentes vinculadas a los colectivos confirman que todavía no han tomado una decisión en ningún sentido, aunque el tiempo apremia y enero se aproxima.

Mientras tanto, otras formaciones como Ahora Decide tratan de postularse como alternativas zamoranistas para promover un cambio social desde el territorio. El tercer partido en número de alcaldías de la provincia confirmó hace unos días que se presentará a los comicios con la intención de defender los intereses de las zonas más castigadas por la despoblación. Su candidato aún es una incógnita.

También se desconoce cuál será la persona que encabezará la propuesta de los partidos a la izquierda del PSOE. En 2015, Podemos logró un procurador por la provincia, aunque el tablero ha girado desde entonces en una dirección desfavorable a sus intereses. La creación de un frente común abre su esperanza para esta cita.